La Villa Médici del Poggio Imperiale es una de las residencias Médici reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y está situada en Florencia, en la colina de Arcetri.
Originalmente perteneció a la familia Baroncelli, luego a las familias Pandolfini y Salviati, a las que Cosimo I de Medici la confiscó para regalarla a su hija Isabella, casada con Paolo Giordano Orsini.
Adquirida por la Gran Duquesa María Magdalena de Habsburgo en 1622, fue reestructurada y embellecida con un proyecto de Giulio Parigi, quien la unió a la ciudad a través del majestuoso bulevar monumental hasta Porta Romana: la villa fue bautizada Poggio Imperiale en honor a los nobles orígenes de la Gran Duquesa.
En el siglo XVIII la familia Lorena volvió a ampliar la villa, gracias al Gran Duque Pedro Leopoldo, que la eligió como residencia: aquí, en 1770, Mozart ofreció su único concierto florentino.
Otras ampliaciones fueron encargadas por María Luisa de Borbón, y más tarde por Elisa Baciocchi, hermana de Napoleón, que dio a la villa el aspecto neoclásico que tiene hoy.
En 1864, poco antes de que Florencia se convirtiera en la capital de Italia, el gobierno cedió la villa al Colegio Femenino de la Santísima Anunciada, que todavía la ocupa. Tras el reconocimiento de la UNESCO, la villa se abrió al público como museo, y puede visitarse los domingos.
Como sede del Colegio, la Villa no está abierta al público, pero es posible reservar una visita guiada.