Limite está estrechamente vinculada a su proximidad con el curso del río Arno: de hecho, en este tramo, la vía fluvial se configuró de manera que favoreciera el trabajo de los "balseros", encargados de transportar las mercancías hacia y desde el mar. No es casualidad que en Limite surgió la primera sociedad de remeros de Italia en el Siglo XIX y que la pasión por los barcos haya crecido; aquí, a pesar de la distancia de la costa, se construyeron astilleros de considerable importancia en el pasado. En la actualidad se puede visitar el Museo Remiero di Limite sull'Arno, un museo en el que se exponen barcos en miniatura, fotografías de época y herramientas de los constructores navales.
Hoy en día, la vida en el río se compone también y sobre todo de eventos y competiciones en las cuales participan los distintos barrios de la localidad. Sin embargo, en el pasado Limite fue probablemente un puerto fluvial utilizado por los Etruscos. No es casualidad que la Vía Etrusca, un itinerario de excursión que recorre un total de 90 kilómetros, pase también por el territorio de Capraia y Limite. En este caso, llega hasta el área arqueológica de Montereggi, que también es un destino interesante por su panorama. El material encontrado en la zona se expone actualmente en el Museo Arqueológico de Montelupo Fiorentino: se trata principalmente de cerámicas de diversas formas, herramientas de hilado, recipientes domésticos, cerámica pintada y objetos de metal.
En las laderas de Montalbano, entre bosques y olivares, se encuentra el pueblo fortificado de Capraia, un punto de partida ideal para realizar paseos y excursiones para descubrir Empolese Valdelsa y Montalbano. Algunos edificios religiosos merecen sin duda una visita, como la Iglesia San Jacopo, en la aldea de Pulignano, la Compagnia SS. Trinidad y la Abadía de San Martino in Campo. Esta última, que data del Siglo XII, comenzó como estructura de un monasterio y puede haber sido también un antiguo hospital para peregrinos. En el interior, hay un órgano del Siglo XIX y un fresco de un pintor toscano del Siglo XV que representa una Virgen con el Niño entre los Santos Antonio Abate, Martino, Nicola y Lucia. Completando los distintos lugares de interés, se encuentra el Horno Pasquinucci, un antiguo horno para la elaboración de la terracota en el que ahora se realizan exposiciones y eventos.