Carrara, situada en el norte de Toscana, en la Riviera Apuana, siempre ha sido conocida como la ciudad del mármol. Esta localidad se mezcla con los Alpes en una sucesión de paisajes cambiantes y fascinantes, dominados por perfiles de montañas blancas y mármol extraído de las canteras, que ha creado la historia y la fortuna de este lugar.
La identidad de este antiguo centro está desde siempre vinculado a la piedra límpida que se extrae de las canteras de esta zona de la época de los romanos. Desde entonces, nombrar Carrara significa evocar el mármol y las canteras, ese oro blanco tan conocido que atrae a los artistas de todas las épocas y lugares.
También el escudo e inclusive el nombre del municipio están vinculados al mármol: efectivamente el símbolo de la ciudad representa la rueda, y lo mismo resulta ser el topónimo, que algunas personas piensan que deriva de Cararia, el "lugar de los carros", los mismos que se utilizaban para transportar los bloques de mármol. La rueda del escudo está siempre asociado con el lema: fortitudo mea in rota (la fuerza en la rueda).
El núcleo más antiguo de la ciudad es la Colegiata de San Andrés, que más tarde se convirtió en la espléndida Catedral, famosa por la magnífica fachada totalmente cubierta de mármol blanco alternado con partes de mármol negro de Colonnata. Este majestuoso monumento se encuentra en Plaza Duomo, el corazón palpitante de la ciudad.
Una visita a Carrara debe comenzar por el Castillo Malaspina, una fortaleza que representó la independencia de la ciudad del poder de los obispos de Luni. De hecho, en el siglo XIII, las fuerzas laicas reforzaron la organización militar del lugar consolidando la fortaleza. Con el pasar de los siglos, la misma se ha transformado en una maravillosa residencia señorial, sede de la Academia de Bellas Artes desde el 1805.
En el centro histórico recomendamos visitar el Santuario de Nuestra Señora de la Gracia, una iglesia en estilo barroco-rococó construida entre los años 1620 y 1660 y la Iglesia del Carmine, cuya fachada tiene una escultura de la Santísima Virgen de la Rosa, realizada por el español Bartolomeo Ordóñez.
Para profundizar la historia y la vocación de la ciudad es fundamental ir a visitar el Museo Cívico del Mármol. Inaugurado en el 1982, su espacio de exposición se divide en seis secciones internas y un espacio externo que ofrecen al visitante una imagen compleja y fascinante del patrimonio local, empezando por la arqueología romana y la historia del territorio, hasta ilustrar las técnicas más innovadoras de la escultura moderna de mármol y otros materiales.
Los amantes del arte contemporáneo, no deben dejar de visitar el MudaC - Museo de las Artes de Carrara, con sede en el antiguo Convento San Francisco. El museo está formado por las obras adquiridas por el Municipio de Carrara durante las distintas ediciones de la Bienal Internacional de Escultura desde el 1957 hasta la actualidad, por las obras que llegaron gracias a donaciones privadas y, por último, por las obras posicionadas en el claustro y realizadas con motivo del evento Diseñar el Mármol. Es también muy interesante el se encuentra en Carmi - Museo de Carrara y de Michelangelo, con sede en la Villa Fabbricotti, un edificio del siglo XIX situado en el Parque de Padula, en la ciudad de Carrara.
El núcleo más antiguo de la ciudad es la Colegiata de San Andrés, que más tarde se convirtió en la espléndida Catedral, famosa por la magnífica fachada totalmente cubierta de mármol blanco alternado con partes de mármol negro de Colonnata. Este majestuoso monumento se encuentra en Plaza Duomo, el corazón palpitante de la ciudad.
Una visita a Carrara debe comenzar por el Castillo Malaspina, una fortaleza que representó la independencia de la ciudad del poder de los obispos de Luni. De hecho, en el siglo XIII, las fuerzas laicas reforzaron la organización militar del lugar consolidando la fortaleza. Con el pasar de los siglos, la misma se ha transformado en una maravillosa residencia señorial, sede de la Academia de Bellas Artes desde el 1805.
En el centro histórico recomendamos visitar el Santuario de Nuestra Señora de la Gracia, una iglesia en estilo barroco-rococó construida entre los años 1620 y 1660 y la Iglesia del Carmine, cuya fachada tiene una escultura de la Santísima Virgen de la Rosa, realizada por el español Bartolomeo Ordóñez.
Para profundizar la historia y la vocación de la ciudad es fundamental ir a visitar el Museo Cívico del Mármol. Inaugurado en el 1982, su espacio de exposición se divide en seis secciones internas y un espacio externo que ofrecen al visitante una imagen compleja y fascinante del patrimonio local, empezando por la arqueología romana y la historia del territorio, hasta ilustrar las técnicas más innovadoras de la escultura moderna de mármol y otros materiales.
Los amantes del arte contemporáneo, no deben dejar de visitar el MudaC - Museo de las Artes de Carrara, con sede en el antiguo Convento San Francisco. El museo está formado por las obras adquiridas por el Municipio de Carrara durante las distintas ediciones de la Bienal Internacional de Escultura desde el 1957 hasta la actualidad, por las obras que llegaron gracias a donaciones privadas y, por último, por las obras posicionadas en el claustro y realizadas con motivo del evento Diseñar el Mármol. Es también muy interesante el se encuentra en Carmi - Museo de Carrara y de Michelangelo, con sede en la Villa Fabbricotti, un edificio del siglo XIX situado en el Parque de Padula, en la ciudad de Carrara.
En el 1557 Alberico I Cybo Malaspina amplió y modificó el trazado de la ciudad, el nuevo recinto amurallado que incluye hasta el día de hoy los pueblos externos fuera de las murallas medievales, Caffaggio y Grazzano, y adentro de la nueva delimitación fue realizada la característica Piazza Alberica.
No se puede decir que una visita a Carrara se ha completado si no has ido a visitar el Parque de los Alpes Apuanos,, cuyas cimas rodean la ciudad.
Esta cadena montañosa, única por sus características, se expande por 60 km a lo largo de las zonas de Versilia, Lunigiana y Garfagnana, y es conocida, no sólo por la belleza de sus mármoles, sino también por los profundos abismos que se abren entre las montañas, por las sugestivas canteras y por los hermosos panoramas que te permiten admirar el paisaje desde las blancas cumbres hasta la costa del mar Tirreno.
No hay que perderse Marina di Carrara, que gracias a su club náutico, de gran interés turístico, ha sido un lugar de campeones que se han distinguido en las regatas de todo el mundo, como Luca Santella, los hermanos Chieffi y Paolo Bottari. El mobiliario urbano de la Plaza Menconi, completamente pavimentado en mármol con una espléndida fuente, es muy hermoso.
En el 1557 Alberico I Cybo Malaspina amplió y modificó el trazado de la ciudad, el nuevo recinto amurallado que incluye hasta el día de hoy los pueblos externos fuera de las murallas medievales, Caffaggio y Grazzano, y adentro de la nueva delimitación fue realizada la característica Piazza Alberica.
No se puede decir que una visita a Carrara se ha completado si no has ido a visitar el Parque de los Alpes Apuanos,, cuyas cimas rodean la ciudad.
Esta cadena montañosa, única por sus características, se expande por 60 km a lo largo de las zonas de Versilia, Lunigiana y Garfagnana, y es conocida, no sólo por la belleza de sus mármoles, sino también por los profundos abismos que se abren entre las montañas, por las sugestivas canteras y por los hermosos panoramas que te permiten admirar el paisaje desde las blancas cumbres hasta la costa del mar Tirreno.
No hay que perderse Marina di Carrara, que gracias a su club náutico, de gran interés turístico, ha sido un lugar de campeones que se han distinguido en las regatas de todo el mundo, como Luca Santella, los hermanos Chieffi y Paolo Bottari. El mobiliario urbano de la Plaza Menconi, completamente pavimentado en mármol con una espléndida fuente, es muy hermoso.
En agosto, en el espectacular marco de las canteras de mármol, se puede participar a la Evocación Histórica de la Lizzatura: el antiguo método que usaban los canteros para transportar los bloques de mármol, que hacían deslizar sobre madera jabonosa y luego transportaban al valle con la ayuda de carros tirados por bueyes.
En agosto, en el espectacular marco de las canteras de mármol, se puede participar a la Evocación Histórica de la Lizzatura: el antiguo método que usaban los canteros para transportar los bloques de mármol, que hacían deslizar sobre madera jabonosa y luego transportaban al valle con la ayuda de carros tirados por bueyes.
Y está siempre vinculada al mármol la producción de uno de los productos gastronómicos locales más famosos del mundo: el lardo de Colonnata IGP. Esta auténtica delicatessen ha tomado el nombre del lugar donde se lleva a la cura: Colonnata, un pequeño pueblo de canteros en los Alpes Apuanos, a unos 8 km de Carrara, rodeado de pintorescas canteras de mármol. El producto se obtiene de la parte adiposa del lomo del cerdo, se elabora con hierbas aromáticas y se deja curar dentro de cuencas especiales de mármol. Se recomiendan todos los productos típicos de la cocina local.
Y está siempre vinculada al mármol la producción de uno de los productos gastronómicos locales más famosos del mundo: el lardo de Colonnata IGP. Esta auténtica delicatessen ha tomado el nombre del lugar donde se lleva a la cura: Colonnata, un pequeño pueblo de canteros en los Alpes Apuanos, a unos 8 km de Carrara, rodeado de pintorescas canteras de mármol. El producto se obtiene de la parte adiposa del lomo del cerdo, se elabora con hierbas aromáticas y se deja curar dentro de cuencas especiales de mármol. Se recomiendan todos los productos típicos de la cocina local.