Aún hoy, todo el pueblo de Castiglione está formado por la espléndida fortaleza medieval que ha permanecido sustancialmente intacta a lo largo de los siglos, circunstancia que hace de todo el pueblo un monumento vivo para explorar. De hecho, es bastante raro encontrar ejemplos de un pueblo fortificado con murallas casi intactas y un Fuerte que aún se muestra en su antiguo esplendor, así como los torriones, que sorprenden por su majestuosidad.
En el interior del pueblo son de gran interés las dos iglesias principales, San Pietro y San Michele, ambas construidas alrededor del año mil.
Siempre dentro de las murallas, merece la pena visitar el Parque Remembranza, que desde allí se accede al majestuoso Torreón Brunella, donde se puede disfrutar de una vista muy sugestiva del valle. Dentro, durante el verano, puedes visitar las prisiones donde en el pasado se encerraban a los bandidos.