Colle Val d'Elsa es la capital del cristal desde hace siglos, hasta el punto de que se la ha apodado la Bohemia de Italia. Copas, platos y vasos se moldean mediante una combinación de artesanía y técnica que aún hoy puede observarse y que es la razón principal del porqué la ciudad produce casi todo este tipo especial de vidrio en Italia. Para conocer los trucos y contemplar el arte del soplado se puede visitar el Museo del Cristal o aprovechar la oportunidad de asistir a demostraciones que tienen lugar en talleres artesanos o en eventos del centro histórico.
La parte más antigua de Colle, conocida como Colle Alta, es también la que ofrece a los visitantes ambientes repletos de historia y vistas increíbles. Paseando por las calles medievales es fácil encontrarse, por ejemplo, con valiosas colecciones como la del Museo Cívico y de Arte Sacra o la del Museo Ranuccio Bianchi Bandinelli, donde la arqueología es la que tiene la palabra. En el complejo monumental del monasterio femenino del mismo nombre se encuentra el Museo de San Pietro, fundado en el siglo XVII por Pietro Usimbardi según un proyecto de Giorgio Vasari il Giovane, y que se divide en cinco secciones que recorren la historia de la ciudad.
Para quienes deseen prolongar la mirada, basta con llegar al Baluardo, una fortificación desde la que se divisa una hermosa panorámica de todo el valle.
En una pequeña colina sita frente al castillo se alzan la iglesia y el convento de San Francisco, construidos en el siglo XIII en el lugar donde los primeros seguidores del santo de Asís se reunían para rezar en comunidad.
En Colle, historia y modernidad se funden en la variante de recorrido de la Etapa 32 de la Vía Francígena, donde el arte contemporáneo dialoga con el pasado.
El recorrido comienza cerca de la Porta Nuova con la obra en madera de Tadashi Kawamata –símbolo del paso del tiempo– y continúa hasta el Bastione de Sapia, donde la columna de mármol de Ilya Kabakov, La Voce che si Indebolisce (La voz que se debilita) domina el panorama.
A continuación, el recorrido conduce al sistema de ascensor urbano Il Baluardo, diseñado por Jean Nouvel, que alberga Red Girl, de Kiki Smith.
Cerca del Museo del Cristallo, la Facciata della Corale Bellini (Fachada de la coral Bellini) de Alberto Garutti nos lleva a un breve desvío hacia Piazza Arnolfo –reurbanizada gracias a las obras encargadas a Jean Nouvel–, donde se encuentran el Spazio Michelucci, el Scalo Merci Don Gnocchi y la Persiana di Cristallo de Alessandra Tesi.
Volviendo al recorrido principal, se llega al Teatro del Popolo, donde la Colonna di Luce (Columna de luz) de Marco Magni ilumina el vestíbulo con reflejos que realzan el arte del vidrio.