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El Castillo de Sassa

Paz, historia y tradición en un castillo habitado desde la época etrusca

Encaramado en la prolongación de Poggio al Pruno, a pocos kilómetros de Montecatini Val di Cecina, es la colina más alta de la zona y domina toda la llanura costera desde Follonica hasta Rosignano: el Castillo de Sassa ofrece una vista panorámica del mar, desde donde se puede admirar gran parte del Archipiélago Toscano.

Sassa se menciona como asentamiento no fortificado en un documento de 1128 , pero ya en 1171 aparece en la documentación escrita que ha llegado hasta nosotros como castrum, castillo, es decir, asentamiento con fortificaciones.
El área del valle de Sterza donde se encuentra Sassa ha estado habitada desde la época etrusca y sucesivamente ocupada durante la época romana y la Alta Edad Media.

Durante el verano, el pueblo cobra vida con los turistas que deciden disfrutar del frescor que ofrece la colina; son recibidos por espectáculos y ferias que, sobre todo en agosto, permiten degustar platos locales a base de carne de venado.

La Torre de los Medici en Sassa - Credit: volterratur.it

El pueblo de Sassa está construido alrededor de la torre de los Medici que se alza sobre un espolón rocoso.
La estructura utilizada para su construcción remite a las técnicas constructivas de la segunda mitad del Siglo XV, introducidas tras la invención de las bombardas y de la pólvora: el muro oblicuo, de hecho, favorecía la desviación de las balas de los cañones lanzadas contra los objetivos.
La torre del homenaje, que se utilizó con fines militares y defensivos hasta mediados del Siglo XVIII, era unos 8 metros más alta que la actual.
Justo al lado de la torre se encuentra el Oratorio del Santo Redentor, un pequeño edificio religioso construido a instancias de Lorenzo Regoli durante el Siglo XVIII y utilizado como capilla familiar.

Parroquia de San Martino Obispo - Credit: volterratur.it

Destaca también la Parroquia de San Martino Obispo, iglesia dedicada originalmente a San Nicola y elevada a la categoría de parroquia el 21 de octubre de 1361.
De estilo medieval, el edificio ha sufrido fuertes transformaciones a lo largo de los siglos debido a derrumbes y ampliaciones que le han dado su aspecto actual.
El trazado original era pequeño: la mayor intervención data de mediados del Siglo XIX, cuando se construyó un nuevo edificio en el antiguo cementerio, que cambió por completo su orientación.
El campanario, en cambio, se erigió en 1788, como indica una placa colocada debajo del campanario, en el muro sur.