Pocos kilómetros al sur de Aulla, en el valle de Aulella, sobre una colina se encuentra el pueblo Bibola, cuyo origen se remonta, como atestigua su nombre, a la época clásica. En la época bizantina, a principios del siglo VII, el Anónimo Ravennate indicó en su Cosmographia un itinerario que unía una serie de fortificaciones a lo largo del camino de Luni a Lucca y entre estas enumeraba Pulica, Bibola, Rubra (Terrarossa) y Corneda.
Bibola fue probablemente uno de los kastron bizantinos que defendió el puerto de Luni. En la Edad Media estaba unida al cercano castillo de Burcione, hoy desaparecido, y ambos debían controlar una variante de la Vía Francígena. El asentamiento bizantino probablemente se construyó en el lugar donde se encuentran los restos del castillo de los Malaspina y de su torre. A través de señales de humo y espejos era posible comunicarse, de torre en torre, con Filattiera y Grondola y luego con los castillos de Bastia, Monti, Lusuolo y Castiglion del Terziere.