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Fucecchio

A lo largo de la Vía Francígena, ciudad medieval de Empoli Valdelsa

El surgimiento y la historia de Fucecchio están estrechamente unidos a la Vía Francígena, cuyo recorrido aquí atraviesa el Arno. Alrededor del Siglo X, la adinerada familia Cadolingi, originaria de Pistoia, trasladó sus intereses cerca de este importante cruce de caminos, donde construyeron el Castillo de Salamarzana. Tras el fin de la dominación de los Cadolingi, Fucecchio se convirtió en un municipio libre y, a partir del Siglo XVI, inició una fase de desarrollo vinculada a la reanudación de las actividades agrícolas de las que derivaron algunas de las grandes fincas de los Medici

 

Qué puedes ver en Fucecchio

En el centro histórico, el sugestivo complejo de  Palacio Corsini, fue construido en correspondencia con el centro original de la ciudad. A partir del Siglo X fue la sede del Castillo de Salamarzana, que ha sido transformado en el Siglo XIV en una fortaleza por los florentinos. Habiendo perdido su importancia militar, fue adquirido por Giovanni de Cosimo de los Medici, padre de Lorenzo el Magnífico, quien lo transformó en una granja. En el 1643 todo el complejo pasó a manos de los Corsini y en el 1981 al Municipio, que lo puso a disposición de la comunidad mediante la creación del Museo de Fucecchio, el Archivo histórico y la Biblioteca.

En la parte alta de Fucecchio puedes visitar la antigua Abadía de San Salvatore que, fundada en el Siglo X por Cadolingi, conserva un precioso Crucifijo de principios del Siglo XIV, un espléndido órgano del Siglo XVII y algunas pinturas de Empoli y Caccini. No muy lejos se encuentra la Iglesia Colegiata San Giovanni Battista que conserva su forma original del 1780 y dentro se encuentra el hermoso panel de la Virgen en el trono con el Niño y los Santos (1526) de Bartolomeo Ghetti.

Pero el patrimonio cultural de Fucecchio está probablemente custodiado por el histórico Palacio Montanelli Della Volta, donde tiene su sede la Fundación Montanelli Bassi, instituida en el 1987 por el famoso periodista Indro Montanelli para valorizar el patrimonio cultural e histórico de su pueblo natal. En el palacio hay evidencias importantes de la actividad del famoso periodista, del cual se conservan también los estudios de Roma y de Milán, transferidos aquí en su totalidad.

En el centro histórico, el sugestivo complejo de  Palacio Corsini, fue construido en correspondencia con el centro original de la ciudad. A partir del Siglo X fue la sede del Castillo de Salamarzana, que ha sido transformado en el Siglo XIV en una fortaleza por los florentinos. Habiendo perdido su importancia militar, fue adquirido por Giovanni de Cosimo de los Medici, padre de Lorenzo el Magnífico, quien lo transformó en una granja. En el 1643 todo el complejo pasó a manos de los Corsini y en el 1981 al Municipio, que lo puso a disposición de la comunidad mediante la creación del Museo de Fucecchio, el Archivo histórico y la Biblioteca.

En la parte alta de Fucecchio puedes visitar la antigua Abadía de San Salvatore que, fundada en el Siglo X por Cadolingi, conserva un precioso Crucifijo de principios del Siglo XIV, un espléndido órgano del Siglo XVII y algunas pinturas de Empoli y Caccini. No muy lejos se encuentra la Iglesia Colegiata San Giovanni Battista que conserva su forma original del 1780 y dentro se encuentra el hermoso panel de la Virgen en el trono con el Niño y los Santos (1526) de Bartolomeo Ghetti.

Pero el patrimonio cultural de Fucecchio está probablemente custodiado por el histórico Palacio Montanelli Della Volta, donde tiene su sede la Fundación Montanelli Bassi, instituida en el 1987 por el famoso periodista Indro Montanelli para valorizar el patrimonio cultural e histórico de su pueblo natal. En el palacio hay evidencias importantes de la actividad del famoso periodista, del cual se conservan también los estudios de Roma y de Milán, transferidos aquí en su totalidad.

En los alrededores

En la entrada del pueblo, a lo largo del río Usciana, se encuentra el espléndido Puente de los Medici de Cappiano, un antiguo y conocido paso a través del cual se controlaban las carreteras de este territorio, un paso que además era estratégico, ya que estaba en el camino de la Vía Francígena. 

El puente antiguamente era fortificado, y todavía se puede ver, en la localidad Galleno, un tramo de pavimento que muestra el antiguo aspecto de la Vía Francígena. La estructura del atraversamiento fluvial fue transformada en el 1550 por Cosimo I de los Medici, luego el puente asumió el aspecto que aún hoy se vé y se convirtió en el centro administrativo de una de las grandes fincas del Gran Duque, donde actualmente se encuentra un albergue y un restaurante.

Los amantes de la historia de los Medici pueden continuar su viaje en el territorio de Empolese Valdelsa. Aquí, de hecho, se encuentra Cerreto Guidi, un pequeño pueblo inmerso en la campaña toscana que alberga la Villa de los Medici construida hacia el 1556 por Cosimo I.

Cerca de esta zona comienza la Palude de Fucecchio, una amplia área protegida entre las provincias de Pistoia y Florencia, y que constituye la palude interna más grande de Italia.

En la entrada del pueblo, a lo largo del río Usciana, se encuentra el espléndido Puente de los Medici de Cappiano, un antiguo y conocido paso a través del cual se controlaban las carreteras de este territorio, un paso que además era estratégico, ya que estaba en el camino de la Vía Francígena. 

El puente antiguamente era fortificado, y todavía se puede ver, en la localidad Galleno, un tramo de pavimento que muestra el antiguo aspecto de la Vía Francígena. La estructura del atraversamiento fluvial fue transformada en el 1550 por Cosimo I de los Medici, luego el puente asumió el aspecto que aún hoy se vé y se convirtió en el centro administrativo de una de las grandes fincas del Gran Duque, donde actualmente se encuentra un albergue y un restaurante.

Los amantes de la historia de los Medici pueden continuar su viaje en el territorio de Empolese Valdelsa. Aquí, de hecho, se encuentra Cerreto Guidi, un pequeño pueblo inmerso en la campaña toscana que alberga la Villa de los Medici construida hacia el 1556 por Cosimo I.

Cerca de esta zona comienza la Palude de Fucecchio, una amplia área protegida entre las provincias de Pistoia y Florencia, y que constituye la palude interna más grande de Italia.

Eventos

En el mes de mayo, en Fucecchio se realiza el disputado Palio de los Barrios: se trata de una competición muy antigua que se remonta a la Edad Media y que incluye desfiles, evocaciones, procesiones históricas y otros entretenimientos. La semana de eventos culmina con la carrera de caballos. El barrio ganador obtiene el prestigioso Cencio (trapo).

Cada año, con motivo del domingo del Corpus Christi, la Infiorata de Fucecchio llena las calles del centro histórico con una inmensa alfombra de flores. Los preparativos comienzan el sábado por la mañana y al día siguiente la procesión religiosa sigue los pasos de las pinturas hechas con pétalos de flores de temporada, hojas, semillas y polvo de café. La tradición de la Infiorata parece estar extendida por todo el mundo católico y llegó a Fucecchio alrededor del 1700, probablemente gracias a los relatos de los peregrinos que regresaban de Roma por la Vía Francígena.

En el mes de mayo, en Fucecchio se realiza el disputado Palio de los Barrios: se trata de una competición muy antigua que se remonta a la Edad Media y que incluye desfiles, evocaciones, procesiones históricas y otros entretenimientos. La semana de eventos culmina con la carrera de caballos. El barrio ganador obtiene el prestigioso Cencio (trapo).

Cada año, con motivo del domingo del Corpus Christi, la Infiorata de Fucecchio llena las calles del centro histórico con una inmensa alfombra de flores. Los preparativos comienzan el sábado por la mañana y al día siguiente la procesión religiosa sigue los pasos de las pinturas hechas con pétalos de flores de temporada, hojas, semillas y polvo de café. La tradición de la Infiorata parece estar extendida por todo el mundo católico y llegó a Fucecchio alrededor del 1700, probablemente gracias a los relatos de los peregrinos que regresaban de Roma por la Vía Francígena.

Platos y productos típicos

En Fucecchio los protagonistas de la cocina local son los mismos que en la tradición toscana. Por ejemplo, la ribollita es la receta típica de los anocheceres del invierno, hecha con pan duro, legumbres y repollo negro. Además de los platos más populares, se pueden degustar los fegatelli, preparados con el hígado y la carne magra del cerdo y cocinados con la manteca de cerdo.

Por último, durante el período de Carnaval, se cocinan los zuccherini de Fucecchio: rosquillas de anís con una masa similar a aquel de los biscotes secos.

En Fucecchio los protagonistas de la cocina local son los mismos que en la tradición toscana. Por ejemplo, la ribollita es la receta típica de los anocheceres del invierno, hecha con pan duro, legumbres y repollo negro. Además de los platos más populares, se pueden degustar los fegatelli, preparados con el hígado y la carne magra del cerdo y cocinados con la manteca de cerdo.

Por último, durante el período de Carnaval, se cocinan los zuccherini de Fucecchio: rosquillas de anís con una masa similar a aquel de los biscotes secos.

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