Este importante éxito militar, dirigido por Guidoriccio de Fogliano, está representado en el famoso fresco de Simone Martini en el Palacio Público de Siena: en él se puede reconocer la fisonomía del castillo que actualmente, a pesar de algunos derrumbes y el abandono secular, está casi inalterado.
A un lado del gran patio rodeado de murallas surge la antigua mansión, que conserva las ventanas y puertas originales, mientras que en el lado sur se encuentran los restos mejor conservados de toda la estructura, entre los que se distingue la torre rectangular que, en la planta baja, presenta dos grandes salas cubiertas por bóvedas de cruz.
No muy lejos se encuentran los restos de una gran iglesia de planta rectangular, en la que aún se pueden reconocer dos tumbas en mampostería que pertenecieron a personajes importantes del pueblo.
El característico pueblo de abajo, también defendido una vez por una muralla de la que aún se puede ver una puerta, es la sede de la interesante Iglesia Sant’Andrea Apostolo.