Hoy en día Montaione es un pueblo tranquilo, con un centro histórico característico bien conservado, reunido en un trazado urbano atravesado por tres calles paralelas, que se encuentran donde una vez se abrieron las puertas del pueblo. Lamentablemente quedan muy pocos restos del antiguo recinto amurallado, destruido en su mayor parte -junto con las puertas y las torres- por las minas alemanas en el 1944. Se destaca el Palacio Pretoriano del Siglo XIV, con numerosos escudos en su fachada: hoy es la sede de la Biblioteca Municipal y del Museo de Historia Natural.
También vale la pena visitar la Iglesia San Regolo, construida en el Siglo XIII y reconstruida en el 1635, conserva una valiosa Virgen con el Niño atribuida a la escuela de Cimabue. Montaione es también una meta ideal para los amantes de los agroturismos y de la campaña, no es casualidad que su principal recurso sea ahora el turismo "verde", que se desarrolló gracias a la recuperación de casas rurales y pequeños pueblos abandonados en los años sesenta, hoy transformados en hermosos alojamientos.