Pistoia

La Plaza del Duomo sigue teniendo sus principales edificios que a lo largo de los siglos han caracterizado la vida política y religiosa de la ciudad: el Palacio Municipal, el Palacio Pretoriano, la Catedral San Zeno, el Palacio de los Obispos, el Baptisterio y el espectacular campanario. 

La sugestiva Plaza de la Sala pertenece al núcleo más antiguo, que incluye varios edificios sagrados (aunque a veces desconsagrados), que con su presencia testimonian la importancia de la religión en la historia de Pistoia. El centro antiguo está incluido en un recorrido circular que sigue el trayecto del primer recinto amurallado.

Paseando por estas calles se encuentran inesperadas y preciosas obras: además de la mencionada Plaza del Duomo vale la pena recordar el Hospital del Ceppo, decorado con el majestuoso "friso realizado por de la Robbia", o la Parroquia Sant'Andrea, con el hermoso púlpito de Giovanni Pisano, o incluso la Iglesia de Tau, completamente decorada con hermosos frescos medievales.

La mirada de quienes visitan Pistoia se verá atraído por los mármoles blancos y negros que decoran la parte externas de la Iglesia San Giovanni Fuorcivitas, muy cerca de la misma se encuentra el complejo de la Iglesia San Filippo Neri y la Biblioteca Fabroniana.

El itinerario continúa hasta los Museos Cívicos de Pistoia para un concentrado de arte antiguo dentro del Palacio Municipal, pero también para un examen profundo del arte del siglo XX y contemporáneo, en el Palacio Fabroni.

Aquellos que tienen la suerte de poder visitar el territorio de Pistoia durante al menos dos días, pueden descubrir los tesoros que custodia la montaña. Las famosas estaciones de esquí, incluyendo Abetona y Doganaccia, son frecuentadas cada año por los entusiastas del esquí y el snowboard; pero también en verano, los Apeninos de Pistoia ofrece múltiples oportunidades. Estos picos son ideales para el senderismo: entre los recorridos más interesantes se encuentran sin duda los del Monte Gomito, el Monte Cimone y el Libro Aperto, así como los itinerarios que llevan a admirar los sugestivos lagos Nero y Scaffaiolo.

Para conocer mejor las tradiciones de la zona, no te pierdas una visita al Ecomuseo de la Montaña de Pistoia. 

En cambio, si nos desplazamos hacia Lucca, nos quedaremos encantados delante de los restos de las fortalezas de Serravalle Pistoiese: La Torre de Barbarossa y la Rocca Nuova caracterizan todo el pueblo y el valle. 

Por último, el territorio de Marliana se puede reconocer por estar cubierto casi exclusivamente por castañares, no por casualidad la gran riqueza de esta tierra son los productos del bosque, como castañas y setas, hilados y olivares. 

Para quienes adoran la música, el momento ideal para visitar Pistoia es el mes de julio, cuando se realiza el Festival Pistoia Blues en la Plaza del Duomo. A lo largo de los años, algunos de los más grandes artistas internacionales han subido al escenario de Pistoia, como Jimmy Page, Rory Gallagher, Brian Auger y BB King. 

En cambio, para quienes prefieren el folclore pueden quedarse y participar a la Justa del Oso, que propone el esplendor de un torneo medieval con disfraces de esa época.

Además de los preciosos frutos que crecen en los bosques de los Apeninos, como los arándanos, las frambuesas, las fresas y las moras, en Pistoia se pueden degustar muchas otras especialidades. La sopa del  prisionero, a base de pan duro y caldo de carne, es una de las recetas más características de la zona: el nombre deriva de un hecho histórico, ya que el plato se cocinó una vez para los prisioneros de la cárcel de la ciudad.
La comida concluye con las originales peladillas "rizadas" de Pistoia, con una forma grumosa, obtenidas a través de antiguos sistemas de elaboración.