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Vista del pueblo de Poggibonsi
Photo © LigaDue
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Poggibonsi

Tierra de fortalezas y castillos en Valdelsa Toscana

Poggibonsi tiene orígenes antiquísimos y lo entenderás en la primera visita: un territorio con numerosos testimonios, iglesias, poderosos castillos y fortalezas, muy cerca de la atmósfera moderna de la ciudad.
Recorriendo el enlace de la autopista que va de Florencia a Siena, al acercarse a Poggibonsi se puede ver el imponente anillo de murallas que conforman el perímetro exterior de la Fortaleza de los Medici, construida a principios del Siglo XVI por Lorenzo el Magnífico.

El proyecto no se completó y no se construyó el centro urbano previsto en su interior, en cambio se construyó el Alcázar de planta pentagonal, que hoy domina las colinas circundantes. Pero es toda la colina de Poggio Imperiale, que domina la ciudad de Poggibonsi, la que representa un ejemplo extraordinario del proceso de formación de asentamientos en Toscana central.

Qué puedes ver en Poggibonsi

La mencionada Fortaleza  de Poggio Imperiale forma parte del Parque Arqueológico y Tecnológico, creado para contar la historia del pasado de esta colina, con las diferentes fases de asentamiento humano, empezando por los poblados de cabañas de principios de la Edad Media.

El recorrido incluye un paseo a lo largo de las murallas donde se puede admirar un paisaje único que comprende las torres de San Gimignano, mientras el Alcázar es la sede del Centro de Documentación que reconstruye la historia del lugar con paneles explicativos, hallazgos y reproducciones de objetos y ropas de la época. Si de repente te encuentras frente a caballeros que practican esgrima o si ves salir humo de alguna cabaña en la distancia, es señal de que has entrado en la zona del parque conocida como el Arqueódromo, una aldea del Siglo X fielmente reproducida y animada por herreros, cocineros, agricultores e hilanderos.

Siguiendo con el mismo tema, aquí está el Museo de Paleontología, alojado en el medieval Palacio Pretoriano y dividido en tres secciones: Paleontología, Evolución Humana, Arqueología e Historia Natural (con los restos de la tumba de Cucule del Neolítico). 

Entre los otros edificios del lugar, no podemos dejar de mencionar el Santuario Romituzzo, un antiguo lugar de culto del Siglo XIV, donde se conservan ofrendas y tablillas pintadas, además de la Colegiata Santa Maria Assunta, la más grande del pueblo.

Por último, también se encuentra el arte contemporáneo, con las estatuas de hierro fundido realizadas por Anthony Gormley a partir de moldes de ciudadanos de Poggibonsi, que se pueden apreciar en varios lugares de la ciudad, o las esculturas de cocodrilos y hombres dormidos de Mimmo Paladino, posicionadas en el fondo de las hermosas fuentes medievales.

La mencionada Fortaleza  de Poggio Imperiale forma parte del Parque Arqueológico y Tecnológico, creado para contar la historia del pasado de esta colina, con las diferentes fases de asentamiento humano, empezando por los poblados de cabañas de principios de la Edad Media.

El recorrido incluye un paseo a lo largo de las murallas donde se puede admirar un paisaje único que comprende las torres de San Gimignano, mientras el Alcázar es la sede del Centro de Documentación que reconstruye la historia del lugar con paneles explicativos, hallazgos y reproducciones de objetos y ropas de la época. Si de repente te encuentras frente a caballeros que practican esgrima o si ves salir humo de alguna cabaña en la distancia, es señal de que has entrado en la zona del parque conocida como el Arqueódromo, una aldea del Siglo X fielmente reproducida y animada por herreros, cocineros, agricultores e hilanderos.

Siguiendo con el mismo tema, aquí está el Museo de Paleontología, alojado en el medieval Palacio Pretoriano y dividido en tres secciones: Paleontología, Evolución Humana, Arqueología e Historia Natural (con los restos de la tumba de Cucule del Neolítico). 

Entre los otros edificios del lugar, no podemos dejar de mencionar el Santuario Romituzzo, un antiguo lugar de culto del Siglo XIV, donde se conservan ofrendas y tablillas pintadas, además de la Colegiata Santa Maria Assunta, la más grande del pueblo.

Por último, también se encuentra el arte contemporáneo, con las estatuas de hierro fundido realizadas por Anthony Gormley a partir de moldes de ciudadanos de Poggibonsi, que se pueden apreciar en varios lugares de la ciudad, o las esculturas de cocodrilos y hombres dormidos de Mimmo Paladino, posicionadas en el fondo de las hermosas fuentes medievales.

En los alrededores

A unos 10 kilómetros de Poggibonsi se encuentra el pueblo de Staggia Senese, con su Iglesia Románica Santa Maria Assunta, que alberga varias obras de arte sacro.

En la localidad Luco, el Castillo Strozzavolpe, con su curioso nombre, nos lleva a un mundo de leyendas oscuras. En efecto, se narra que el marqués que hizo construir el castillo, se atrevió a hacer desaparecer un pequeño zorro que vagaba por estas tierras y que era, de alguna manera, el guardián del lugar.

A medio camino entre Poggibonsi y Castellina in Chianti se encuentra uno de los paisajes más característicos de la zona de Val d'Elsa y Val di Cecina: la Reserva Natural del Bosque Sant'Agnese Senese. El ciprés, importado en Toscana en la antigüedad, probablemente por los Etruscos, forma un verdadero bosque en la Reserva, de indudable valor paisajístico e histórico.

A unos 10 kilómetros de Poggibonsi se encuentra el pueblo de Staggia Senese, con su Iglesia Románica Santa Maria Assunta, que alberga varias obras de arte sacro.

En la localidad Luco, el Castillo Strozzavolpe, con su curioso nombre, nos lleva a un mundo de leyendas oscuras. En efecto, se narra que el marqués que hizo construir el castillo, se atrevió a hacer desaparecer un pequeño zorro que vagaba por estas tierras y que era, de alguna manera, el guardián del lugar.

A medio camino entre Poggibonsi y Castellina in Chianti se encuentra uno de los paisajes más característicos de la zona de Val d'Elsa y Val di Cecina: la Reserva Natural del Bosque Sant'Agnese Senese. El ciprés, importado en Toscana en la antigüedad, probablemente por los Etruscos, forma un verdadero bosque en la Reserva, de indudable valor paisajístico e histórico.

Productos típicos

Nos encontramos en la zona de producción del Chianti Classico DOCG, la más antigua dentro del área más amplia de producción de vino Chianti, y en aquella del aceite de oliva virgen extra Chianti Classico DOP, cuya extensión corresponde a la definida para el territorio del Chianti Classico mismo. La producción de este aceite tiene una antigua tradición, transmitida de generación en generación. Sus principales características son su color, que varía del verde intenso al verde con matices dorados, su aroma afrutado y su sabor decididamente picante y ligeramente amargo.

Nos encontramos en la zona de producción del Chianti Classico DOCG, la más antigua dentro del área más amplia de producción de vino Chianti, y en aquella del aceite de oliva virgen extra Chianti Classico DOP, cuya extensión corresponde a la definida para el territorio del Chianti Classico mismo. La producción de este aceite tiene una antigua tradición, transmitida de generación en generación. Sus principales características son su color, que varía del verde intenso al verde con matices dorados, su aroma afrutado y su sabor decididamente picante y ligeramente amargo.

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