No desprovisto de los característicos balnearios, este tramo de costa es particularmente apreciada por los amantes de los deportes marinos. El mar, que aquí se rompe en un litoral de rocas, de playas de gravillas y calas escondidas rodeadas de vegetación, tiene zonas de pesca, amadas por los apasionados de submarinismo y de esnórquel.
El surf se practica durante todo el año y el pequeño puerto es un amarre seguro para los barcos.
Adyacente al puerto deportivo está la playa de Quercianella, con un tramo libre y uno equipado. En cambio, al norte del puerto deportivo hay otra pequeña playa con una piscina de agua salada, obtenida mediante la colocación artificial de una barrera de piedras, perfecta para que los niños puedan nadar cómodamente y sin riesgos.
Las otras playas principales de la zona son la de Chioma, con piedras y guijarros, y aquella pedregosa de Rogiolo, también equipada con acceso para discapacitados. Esta última se encuentra al sur del promontorio de Sonnino y se puede llegar a ella paseando tranquilamente a lo largo de las rocas desde el restaurante "La Baracchina".