El pueblo medieval de Radicondoli con vistas a las colinas metalíferas en la campaña de Siena, situado sobre una altura desde la cual domina las colinas circundantes. Paseando por el pueblo todavía se pueden ver vestigios de los orígenes longobardos. Fundada hace al menos mil años, Radicondoli fue controlada por los obispos de Volterra, luego por los Aldobrandeschi, y por último sometida a Siena. El centro sigue la senda natural de la colina. En la zona sur se encuentra Porta Olla, la única conservada de las tres que se abrían en las murallas del castillo, del cual aún se conservan algunos vestigios.
Desde la antigüedad, la elaboración de la lana era una de las principales actividades de Radicondoli. Probablemente introducida por el cercano pueblo de Volterra, la elaboración inició con una producción textil modesta para obtener "paños de lana" de uso común, y se desarrolló tras el crecimiento de Belforte y del mismo Radicondoli, que se convirtieron, durante el Siglo XIV, en importantes centros de artesanía textil en el Estado de Siena. Prueba de ello es la estructura edilicia del pueblo, donde algunas casas tienen un portal de doble arco y bloques de piedra, cuyas aberturas daban acceso al fundago y a la vivienda.