Siena se puede ver desde lejos brillando perfectamente en su equilibrio medieval. Las tres colinas donde se apoya destacan en un idílico paisaje campestre, en el cual los límites del antiguo centro se desvanecen en una campaña que todavía parece ser aquella representada en la “Alegoría del Buen Gobierno” pintada por Ambrogio Lorenzetti en las salas del Palacio Público.
Siena, intacta durante siglos, se muestra actualmente como era en el 1300, y el haber conservado su patrimonio arquitectónico medieval único y original, es una de las principales razones para visitar una ciudad espléndida, consciente desde hace tiempo de la fragilidad de su equilibrio.