En el corazón del centro histórico de Talamone, a tiro de piedra de la plaza principal, se alzan sus imponentes murallas y Porta Garibaldi, la puerta de la población, que datan del siglo XIII y fueron construidas por los Aldobrandeschi.
A lo largo del tiempo se han llevado a cabo numerosas restauraciones y, en la actualidad, Porta Garibaldi sigue siendo la única entrada original al pueblo.
A pocos metros del centro, en una posición elevada y estratégica, se erige la Rocca Aldobrandesca, fortaleza medieval erigida en el siglo XIII con funciones defensivas y de avistamiento, que desempeñó un papel fundamental durante la Expedición de los Mil dirigida por Giuseppe Garibaldi.
También en el corazón del pueblo se encuentra la Chiesa di Santa Maria Assunta, iglesia construida en 1374 sobre una estructura anterior que data del siglo V a.C. y que alberga preciosos frescos del siglo XV que representan a la Virgen con el Niño.
No lejos del centro, la Chiesa della Madonna delle Grazie, iglesia construida en el siglo XVII a las afueras de la ciudad, servía de refugio y lugar de oración a los viajeros.
Por último, a lo largo del tramo costero cercano al pueblo, se alzan la Torre di Capo d'Uomo, que data del siglo XVI, y la Torre delle Cannelle, construida por los Medici en la misma época y sede actualmente de un establecimiento hotelero.
Durante el verano, en una visita a Talamone no puede faltar una parada a orillas del mar. La pequeña y rocosa playa del Cannone es muy popular y ofrece aguas cristalinas y limpias, pero el acantilado dificulta un poco el acceso.
La larga playa libre de Fertilia es ideal para practicar deportes acuáticos como el kitesurf y el windsurf. También hay un establecimiento de baños de mar cerca del centro.