El 7 de septiembre, los niños desfilan por la ciudad con farolillos de papel de colores
La víspera de la Natividad de la Virgen, el 7 de septiembre, se celebra en Florencia una de las fiestas más originales de la tradición local: la fiesta de la Rificolona, todavía profundamente arraigada en el espíritu folclórico de la ciudad.
La palabra deriva de la antigua Fierucola, que significa pequeña fiesta, y sus orígenes se remontan a mediados del siglo XVII, cuando la vigilia de la fiesta de la Virgen María, numerosos campesinos llegaban desde el campo, por la noche, trayendo sus productos, para venderlos bajo las arcadas de la Piazza Santissima Annunziata, en cuya iglesia se celebraban las funciones en honor de la Virgen.
Los campesinos y las criadas llegaban de noche, con faroles de papel de formas variopintas sostenidos por palos, que los florentinos llamaban Rificolone.
Hoy en día el Festival de la Rificolona es un evento para los niños, que disfrutan moviendo los coloridos farolillos de papel - construidos en casa o comprados, con las formas más imaginativas - en alegres desfiles, cantando las canciones típicas, como el famoso stornello: «¡Ona, ona, ona, ona, ¡qué hermosa Rificolona! ¡La mía es con lazos y la tuya con piojos!"
El desfile principal tiene una longitud de 11 km: comienza en la Basílica de Impruneta a las 16.00 horas y termina en la Piazza Santissima Annunziata de Florencia a las 21.30 horas, pasando por la Piazza Santa Felicita, Piazza della Signoria y Piazza San Giovanni. La tradicional bendición de la Rificolona tiene lugar en la Piazza della Santissima Annunziata.