Lugares sagrados de la cultura, pero también espacios armoniosos donde disfrutar de una pausa: las bibliotecas siguen siendo uno de los lugares más fascinantes para conocer el patrimonio cultural de las ciudades que las albergan. Ya sean históricas o modernas, cada una de ellas puede abrir mundos maravillosos: sólo hay que guardar silencio, buscar con atención y leer con calma.
Te proponemos una selección de las bibliotecas más importantes de Florencia.
La Biblioteca Nacional es una biblioteca pública que recoge, conserva y documenta la memoria histórica de Italia: desde su creación, su objetivo ha sido fomentar el progreso de la comunidad a través del conocimiento.
Los orígenes de la biblioteca actual se remontan al 26 de mayo de 1714, cuando el bibliotecario de la familia Medici, Antonio Magliabechi, declaró, en su lecho de muerte, que deseaba legar su excepcional colección de libros, compuesta por unos 30.000 volúmenes, a los pobres de Florencia para formar "una Biblioteca pública en beneficio universal de la ciudad".
Abierta al público en 1747 con el nombre de Biblioteca Magliabechiana, sigue siendo la màas grande biblioteca de Italia, con más de seis millones de volúmenes.
En 1885 la Magliabechiana adquirió el título de Biblioteca Nacional Central; en 1935 se trasladó a su nueva sede, aquella actual de la Plaza Cavalleggeri, muy cerca de Santa Croce.
Visita el sitio web oficial para conocer los detalles de acceso.
Situada bajo la famosa logia de la Galería de los Uffizi, se encuentra en la sala Magliabechiano, del Siglo XVIII, justo donde originalmente estaba la Biblioteca Central.
Hoy es una fuente inestimable para la historia de la Galería de los Uffizi y de los museos florentinos: posee inventarios de la Tribuna desde 1589 hasta 1890, correspondencia de artistas, directores y anticuarios, guías históricas, las biografías de los artistas, los catálogos de las exposiciones y museos de todo el mundo e importantes documentos que reconstruyen la historia y la procedencia de las colecciones del museo.
Para conocer el acceso y los horarios de apertura, visita el sitio web oficial.
Abierta al público el 18 de septiembre de 1752 en Via Cavour, la Biblioteca Marucelliana fue concebida y deseada por el abad Francesco Marucelli y es el resultado de la donación de su rica biblioteca personal.
A diferencia de las otras bibliotecas abiertas en aquella época, el edificio donde se encuentra fue construido desde cero por el sobrino del abad, Alessandro Marucelli, quien también contribuyó al patrimonio de la biblioteca donando sus libros. A la muerte de Francesco, su sobrino emprendió la construcción de la biblioteca, que se convirtió así en el primer lugar de cultura abierto al público en Florencia.
En 1783 entró en Marucelliana la colección de dibujos y estampas recopilada por el último representante de la familia, Francesco di Ruberto.
La Biblioteca Riccardiana tiene su sede histórica en el Palacio Medici Riccardi y está especializada en la conservación, valorización y protección de sus colecciones de manuscritos y estampas raras.
Fue Riccardo Romolo, poeta y hombre de letras, quien hacia finales del Siglo XVI originó la colección, creando así una de las colecciones florentinas más interesantes y valiosas.
Desde el principio, se concedió gran importancia no sólo al medio ambiente, sino también a la conservación y la integridad de los libros, gracias sobre todo a la previsión de la familia Riccardi.
Para conocer las modalidades de acceso y los horarios de apertura, visita el sitio web oficial.
La Biblioteca de la Crusca se encuentra en la sede de la prestigiosa Academia de la Crusca - Villa de los Medici de Castello, Florencia - y es la única en Italia especializada en lengua italiana y lingüística general.
Consta de una amplia colección de textos clásicos y de una sección muy rica de diccionarios, gramáticas y revistas.
Este conspicuo patrimonio se ha ido formando desde los primeros años de la Crusca: de hecho, el fondo de la biblioteca siempre ha sido concebido por los académicos como un instrumento necesario para sus estudios.
El nacimiento institucional de la Biblioteca Académica se remonta a la segunda década del Siglo XIX, en la época de la reconstitución napoleónica de la Academia.
El acceso a la biblioteca está restringido a determinadas categorías de académicos.
La Biblioteca Medicea Laurenziana es una de las colecciones de manuscritos más importantes del mundo por su valor filológico y artístico y uno de los máximos exponentes de la arquitectura de Michelangelo, que la diseñó entre 1519 y 1534.
Se accede a ella desde el claustro de la Basílica de San Lorenzo, por ello es llamada Laurenziana.
Los manuscritos coleccionados pertenecían a la familia Medici de Cosimo el Vecchio, de sus hijos y sus nietos.
El patrimonio de la biblioteca refleja algunos de los momentos más importantes del Renacimiento florentino.
El Gabinetto scientifico-letterario G. P. Vieusseux se encuentra hoy en el interior del Palacio Strozzi y fue en el Siglo XIX uno de los principales vínculos entre la cultura italiana y aquella europea.
Comenzó siendo un gabinete de lectura, donde las revistas de Europa más importantes se ponían a disposición del público en salas abiertas a la conversación y el intercambio de ideas.
Al lado del Gabinete se instaló la Biblioteca: personalidades como Giacomo Leopardi y Alessandro Manzoni la frecuentaron durante sus permanencias en Florencia.
Para conocer las modalidades de acceso y los horarios de apertura, visita el sitio web oficial.
La Biblioteca de San Marcos fue creada a partir de una idea de Cosimo de Medici y fue realizada por Michelozzo.
Es la biblioteca más antigua de Florencia y custodia textos científicos raros, obras de teología y filosofía y varios códices de la colección de los Medici, entre ellos el Misal 558 ilustrado por Beato Angelico.
La biblioteca se encuentra en el complejo museístico de San Marcos, entre columnas, arcos, bóvedas y edificios de pietra serena.
Desde 1872 - año de la inauguración del Observatorio - la biblioteca se creó como soporte a la investigación astronómica y con el tiempo se convirtió en un instrumento cada vez más importante, ampliando las colecciones y diferenciando las áreas de interés.
El Sol, la formación de nuevas estrellas y de sistemas planetarios, las galaxias y los agujeros negros, así como las tecnologías y la instrumentación avanzadas componen la colección que actualmente cuenta con más de 13.000 monografías, y más de 900 revistas impresas y en línea, lo que la convierte en una de las más ricas del sector en Italia y en Europa.
La Biblioteca Palagio de Parte Guelfa está situada en el corazón de Florencia, en la parte más antigua de la ciudad, y tiene su sede en la Iglesia Santa Maria sopra Porta, llamada así porque se levantaba cerca del recinto amurallado carolingio llamado Por Santa Maria.
Reconstruido a mediados del Siglo XIII, se convirtió en la sede de las reuniones de los Capitanes de Parte Guelfa, que construyeron su propio palacio junto a él a mediados del Siglo XIV.
La fundación de la biblioteca se remonta a 1907, cuando se adscribió a la Universidad Popular para llevar a cabo una política de educación a través de la lectura.