10 cosas para hacer en Arezzo

Cada primer domingo de mes -y el sábado precedente-, el extraordinario marco de la Plaza San Francesco, la Plaza Grande y la Logia Vasari se llena de tenderetes, anticuarios, coleccionistas: más de quinientos expositores que ocupan también las calles laterales y las callejuelas.
La Feria de Antigüedades, la más antigua de Italia, atrae a muchísimos visitantes, tanto locales como turistas, todos en busca de piezas únicas y grandes ocasiones: monedas romanas, teléfonos antiguos, relojes de péndulo decorados, porcelanas, ropa y accesorios de época son sólo algunos de los objetos que se pueden encontrar.
Aunque no te gusten las antigüedades, pasear por sus coloridos puestos es una experiencia que no debes perderte.

El corazón de Arezzo, una de las plazas más conocidas y bellas de Toscana: Plaza Grande está dominada por el espléndido Palacio de las Logias, obra de Vasari, y es la sede de la Feria de Antigüedades y la Justa de los Sarracenos. Su forma irregular -la plaza está construida cuesta abajo- la hace realmente única.
Son numerosos los bares y restaurantes que se encuentran aquí y es el lugar perfecto para tomarse unos momentos de relax en el mágico entorno de torres medievales y espléndidos palacios.

Domina la ciudad desde su colina más alta y, gracias a su imponente volumen, es visible desde todas partes. 
Los trabajos de construcción se iniciaron en el 1278 por el Obispo Guillermo de los Ubertini y teminaron solamente en el 1511.
En su interior se conservan numerosas obras de incalculable valor , como el fresco de María Magdalena de Piero della Francesca -pintado hacia el 1460 en la nave izquierda-, el monumental conjunto del altar mayor, cuyo coro de madera fue diseñado en el 1554 por Giorgio Vasari, la Madonna del Conforto, patrona de la ciudad, las siete vidrieras medievales y los grandes retablos de Andrea de la Robbia.

Construida entre los años 1538 y 1560, la fortaleza se encuentra dentro de las murallas de la ciudad y en su día fue una imponente estructura de cinco puntas.
Construida en diferentes estilos, fue parcialmente desmantelada por los franceses en el 1800: en el lado oeste aún son visibles los daños causados por la explosión.
Aunque la fortaleza ya sólo es cosa del pasado, desde lo alto de sus murallas se puede disfrutar de una vista de 360 grados de la ciudad y de sus alrededores.

Una de las iglesias más antiguas de Arezzo, un edificio gótico del Siglo XIII inspirado en la estética franciscana: los únicos adornos presentes, de hecho, son una cornisa que recorre todo el borde del techo, las ventanas con arcos ojivales y el rosetón arriba la puerta principal.
A excepción de la parte inferior de la fachada que es de bloques de travertino, todo el edificio es de ladrillo oscurecido por el tiempo.
Los frescos que caracterizan el interior de la basílica fueron iniciados por Bicci di Lorenzo quien, tras su muerte, fue sustituido por Piero della Francesca: sus espléndidas obras representan las quince escenas de la Leyenda de la Vera Cruz y fueron terminadas en el 1466.
También es de inestimable valor el grande Crucifijo del altar, obra atribuida a Duccio di Boninsegna y que data probablemente del 1289.

La fachada de tres puertas de esta antigua parroquia destaca en Corso Italia, mientras que el ábside es visible desde la Plaza Grande.
Los orígenes de la iglesia se remontan aproximadamente al año 1000 y, con toda probabilidad, se construyó sobre una iglesia preexistente; el campanario recibe el nombre de "los cien agujeros" por sus numerosos ajimeces. 
Situada en un periodo histórico entre el románico y el gótico, es una de las iglesias más fascinantes de Toscana.
En el interior, el políptico con la Virgen con el Niño y los santos Juan Evangelista, Donato, Juan Bautista y Mateo es obra -en temple y oro sobre tabla- de Pietro Lorenzetti.
También es de gran valor la pila bautismal de Giovanni d'Agostino.

Dos veces al año, la Justa del Saracino -el acontecimiento folclórico más importante de Arezzo- llena de magia la Plaza Grande: las ondeantes banderas colorean el cielo, los redobles de tambor y el tañido de los clarines resuenan en el aire.
Desde el pozo de la Plaza Grande, los caballeros de los cuatro Barrios de Arezzo partieron para desafiar al Buratto del Rey de las Indias, un muñeco de metal accionado por un resorte con un escudo en la mano izquierda y un magual en aquella derecha.
La Justa de Sarraceno tiene orígenes antiquísimos: los primeros espectáculos se organizaban tambien en la edadMedia, convirtiéndose en un evento característico del territorio.
La competición va precedida por una procesión histórica.

El Museo Arqueológico Nazional "Gaio Cilnio Mecenate se encuentra en el antiguo Monasterio San Bernardo, que surge sobre los restos del anfiteatro romano de mitad del Siglo II d.C., cuyas bóvedas se ven en la planta baja. 
El museo debe su nombre a Mecenas, un personale de Arezzo protector de los artistas, que vivió en tiempos del Emperador Augusto.
La colección abarca desde la prehistoria hasta la época etrusca y romana: no te pierdas los"vasos de coral", una cerámica única que ha hecho famosa a Arezzo desde la antigüedad.

Ubicado en el interior del Palacio Bruni-Ciocchi o Palacio de la Aduana, es uno de los edificios renacentistas más bellos de la ciudad. 
Se construyó a partir del 1445 por iniciativa de Donato Bruni, hijo de Leonardo, famoso humanista y canciller de la República Florentina.
El museo se formó gracias a la fusión de colecciones de arte de diferentes orígenes, fruto de las inquietudes artísticas de coleccionistas, estudiosos y artistas de Arezzo y de la actividad de las principales instituciones de la ciudad
Aquí se pueden admirar esculturas y pinturas de los Siglos XIII al XVI, de Giorgio Vasari, Margaritone, Spinello Aretino, Parri di Spinello, Bartolomeo della Gatta, Luca Signorelli, Guido da Siena y Lorentino d'Andrea.

Dedicado al pintor, arquitecto y escultor Giorgio Vasari, nacido en Arezzo en el 1511, quien compró el edificio y supervisó personalmente su renovación y decoración desde el 1542 hasta el 1548.
Constituye un ejemplo raro de Casa de Artista del Renacimiento tardío.
La casa está decorada con frescos y obras de Vasari y de sus alumnos.