
Volterra se alza majestuosa sobre una colina de toba, enclavada en un paisaje intemporal entre los valles del Era y del Cecina.
Aquí, la historia y el arte se entrelazan maravillosamente entre pintorescas callejuelas y tiendas de alabastro que relatan antiguas tradiciones.
Pasear por estas calles es como sumergirse en el pasado, donde cada rincón guarda una sorpresa.
Y a continuación, ¡diez consejos para disfrutar al máximo este rincón de Toscana!
El centro histórico de Volterra conserva intacto su ambiente medieval. La Piazza dei Priori, el corazón del pueblo, es sede del Palazzo dei Priori, el ayuntamiento más antiguo de la Toscana, que domina toda la zona y ofrece unas vistas espectaculares. Quienes no tengan miedo a las alturas pueden subir los escalones que conducen al campanario, desde donde se puede admirar un panorama de 360 grados del pueblo y los valles circundantes.
A pocos pasos se encuentra Palazzo Pretorio, con su característica torre almenada, también conocida como torre del Porcellino.
En la plaza, mirando entre los muros de estos antiguos edificios, se distinguen las franjas blancas y negras del transepto del Duomo, la catedral.
El corazón espiritual de la ciudad es la Catedral Santa Maria Assunta, una obra maestra románica de 1120 con un magnífico artesonado dorado. También forma parte del complejo de la catedral la Cappella dell’Addolorata, capilla que alberga dos grupos estatuarios de terracota pintada atribuidos a Andrea della Robbia: el Pesebre, con un fresco de la Cabalgata de los Reyes Magos de Benozzo Gozzoli, y la Adoración de los Reyes Magos.
Frente al Duomo, en la plaza del mismo nombre, se encuentra el Battistero di San Giovanni, baptisterio de planta octogonal. El portal, de estilo románico-gótico con franjas de mármol blanco y verde, data del siglo XIII y muestra claramente la influencia del estilo románico pisano. Su realización en 1283 está documentada por una inscripción en hexámetros. A ambos lados del portal, los capiteles de las columnas y pilares presentan decoraciones figurativas que recuerdan el estilo de Nicola Pisano.
La Fortaleza de los Medici, fortaleza que domina Volterra y define su perfil, fue construida en 1474, inmediatamente después de que Florencia conquistara la ciudad. No solo tenía una función defensiva, sino que también servía para vigilar la ciudad y prevenir posibles rebeliones.
Consta de dos secciones, la Rocca Antica y la Rocca Nuova, dos fuertes unidos por una doble muralla cortina y un camino de ronda.
La Rocca Antica tiene planta semielíptica y las obras de restauración han revelado las estructuras defensivas más antiguas.
La Rocca Nuova, mandada construir por Lorenzo de Médicis, tiene una gran planta cuadrada de piedra con esquinas reforzadas por baluartes, entre los que destaca la maciza Torre circolare del Mastio, utilizada como prisión desde la antigüedad.
Actualmente, la Torre del Homenaje puede visitarse, mientras que la Fortaleza, que sigue siendo una prisión, no es accesible al público.
Volterra es depositaria de un rico patrimonio museístico. El Museo Etrusco Guarnacci alberga extraordinarios hallazgos, como la famosa Ombra della Sera y la Urna degli Sposi, que representa a dos esposos ancianos tumbados en una cama durante un banquete, con sus rostros fuertemente caracterizados modelados en terracota.
La Pinacoteca y Museo Cívico alberga obras de artistas como Rosso Fiorentino, Luca Signorelli, Pieter De Witte y Ghirlandaio. El museo se encuentra en el Palazzo Minucci Solaini.
Las murallas etruscas de Volterra conservan todavía seis puertas originales. De ellas destaca Porta all'Arco, una auténtica obra maestra de ingeniería antigua, construida con diferentes materiales y técnicas constructivas. El techo abovedado está decorado con tres esculturas en forma de cabeza humana, cuyo significado sigue siendo desconocido.
Porta San Francesco aún conserva restos de los frescos originales, mientras que Porta Fiorentina, originalmente llamada Porta Sant'Agnolo por la iglesia cercana, se construyó en el siglo XIII para sustituir a la Porta Diana, la antigua entrada norte etrusca. En el interior, sobre el arco, hay una cruz blanca sobre fondo negro, mientras que en el exterior se puede apreciar el escudo de los Médicis.
Una de las joyas de Volterra es el Teatro Romano, construido en el siglo I a.C. y uno de los mejor conservados de Italia.
Situado en el area archeologica de Vallebuona, cerca de las murallas medievales, fue financiado por la familia Caecina, como atestigua un epígrafe conservado en el Museo Etrusco Guarnacci.
El teatro tenía capacidad para unos 3500 espectadores y contaba con 19 filas de asientos.
El área arqueológica circundante incluye también la Acropoli etrusca de Piano di Castello, con restos de templos que estaban activos entre los siglos VII y III a.C.
El alabastro es el símbolo de la artesanía de Volterra. Extraído en las canteras de los alrededores y labrado por artesanos locales, ha dado fama mundial a la ciudad.
En el Ecomuseo dell'Alabastro es posible admirar creaciones extraordinarias y descubrir la historia de esta tradición milenaria, que sigue viva hoy en los talleres del centro. El espacio relata la historia del trabajo de esta piedra preciosa y está ubicado en las Torri Minucci, torres del siglo XIII situadas a tiro de piedra de Piazza dei Priori.
Volterra cobra vida con eventos que festejan su historia y sus tradiciones.
Volterragusto es el acontecimiento enogastronómico de otoño que rinde homenaje a los sabores locales con trufas, quesos y vinos.
Volterra AD 1398 es una espectacular recreación medieval veraniega con mercados, desfiles en trajes de época y espectáculos que transportan los visitantes al pasado.
Alrededor de Volterra se extienden tres espléndidas reservas naturales: Berignone –una zona de bosques y matorrales poblada por una rica fauna–, Monterufoli-Caselli –una vasta zona boscosa de gran diversidad biológica– y la Reserva de Montenero, donde es posible recorrer senderos a través de bosques de encinas y castaños, descubrir antiguas ruinas y observar la fauna local, incluidos corzos y halcones peregrinos.
La gastronomía de Volterra es un viaje a los auténticos sabores de la Toscana. La trufa es protagonista de numerosos platos, desde pasta fresca como los pici hasta segundos platos de caza. Entre las especialidades destacan la trippa alla volterrana (algo así como callos cocinados según la tradición local) y el queso de oveja pecorino curado, perfectos para acompañar los vinos de la Val di Cecina.
No hay que perderse el Pecorino delle Balze Volterrane DOP, un queso de oveja elaborado exclusivamente con leche cruda y cuajo vegetal obtenido de la flor del cardo silvestre o alcachofa.