Pisa es uno de esos lugares que no necesitan presentación: su famosa Piazza dei Miracoli (Plaza de los Milagros) es una de las más bellas y conocidas del mundo y está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987.
El nombre de la ciudad se remonta a la época etrusca y alude a la cercana "desembocadura" del Arno, pero el momento histórico más intenso coincide sin duda con la época de las Repúblicas Marítimas.
Pisa también ofrece varios museos y atracciones como los pintorescos Lungarni, el Palacio Real o los Arsenali Medicei.
Visitarla significa sumergirse en una ciudad colorida y moderna que, sin embargo, consigue mantener un fuerte vínculo con las tradiciones de la zona y el gran patrimonio artístico que la representa en el mundo.
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El mural Tuttomondo de Keith Haring es la última obra pública del artista estadounidense y data del 1989: el tema es la paz en el mundo y está situado a pocos pasos de la estación central, en la fachada posterior de la rectoría de la Iglesia San Antonio.
Las dimensiones son grandes (1000 x 1800 cm) y, al llegar frente a la obra, te sorprenderá la explosión de colores y energía con treinta figuras que se tocan entre sí.
La Iglesia Santa Maria de la Spina, situada en la orilla izquierda del río Arno, es un extraordinario ejemplo del gótico pisano: su origen se remonta al 1230 y fue construida sobre un antiguo oratorio preexistente.
El nombre de la iglesia data del 1333, cuando recibió la reliquia de una espina de la corona de Cristo (ahora expuesta en la Iglesia Santa Clara).
Su aspecto actual no es aquel original, de hecho, debido principalmente a su proximidad al río, el edificio sufrió varias alteraciones: la más radical fue en 1871, cuando se desmanteló y se reconstruyó más arriba.
La iglesia se puede visitar algunos días de la semana. En su interior se puede admirar la "Virgen de la Rosa", obra de Andrea y Nino Pisano.
Uno de los museos más sugestivos de Toscana, un patrimonio histórico de inmenso valor que nos remonta a los antiguos orígenes de esta tierra: el Museo de las Naves Antiguas es uno de esos lugares que hay que visitar absolutamente al menos una vez en la vida.
Fue en el 1998 cuando los restos de la primera nave fueron descubiertos cerca de la estación de ferrocarril de San Rossore.
Tras veinte años de incesantes trabajos de excavación y restauración, se exponen siete naves de la época romana, que datan del Siglo III a.C. al VII d.C., y unos 8.000 hallazgos.
En los Arsenales de los Medici -en Lungarno pisano- es posible admirar las naves de la época romana y los hallazgos relacionados con ellas: el museo comienza narrando la historia de la ciudad de Pisa entre la arqueología y la leyenda, desde la fase etrusca primero y aquella romana después, hasta la llegada de los Longobardos.
También hay una sección sobre la vida a bordo con numerosos objetos de la vida cotidiana de los marineros: ropa, equipaje, iluminación y amuletos.
Fundado a orillas del Arno entre los años 1543-44 por el naturalista Luca Ghini, es el primer Jardín Botánico universitario del mundo.
En la actualidad, se encuentra en el centro histórico de Pisa y ocupa tres hectáreas: alberga plantas de todo el mundo, desde plantas medicinales hasta plantas acuáticas, pasando por árboles seculares; en el mismo lugar se encuentra también el Museo Botánico, que incluye un espléndido Herbario compuesto por más de 300.000 ejemplares.
Es una de las plazas más conocidas y uno de los símbolos de Italia en el mundo: la Plaza de los Milagros es un tesoro de obras maestras y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en el 1982.
Pasear por este lugar significa caminar en la historia del arte, de la arquitectura, pero también del hombre cuyo genio creativo ha hecho inmortal este sitio.
La Catedral, el Baptisterio y, por supuesto, la Torre Inclinada -el campanario del Duomo- merecen por sí solos un viaje a Pisa.
No hay que perderse la visita a la cima de la Torre: después de subir 294 escalones , se abre una vista panorámica sobre la magnífica Plaza de los Milagros y toda la ciudad de Pisa.
Para quienes desean ver Pisa desde una nueva perspectiva, nada mejor que un paseo por las murallas: su construcción comenzó en el 1154 y se prolongó durante más de un siglo.
El recorrido de las Murallas de Pisa, con sus 11 metros de altura, ofrece la posibilidad de caminar a gran altura para admirar el panorama de Pisa.
Otro lugar lleno de encanto e historia: La Plaza de los Caballeros -originalmente la antigua Plaza de las Siete Vías, centro político de Pisa y probable emplazamiento del Foro Romano- fue transformada por Cosimo I Medici en el centro de la Orden de los Caballeros de San Esteban, creada para defender las costas toscanas y mediterráneas de las flotas turcas y piratas.
La plaza está dominada por prestigiosos palacios como el Palacio de la Caravana -antiguo Palacio de los Ancianos del Pueblo, transformado por Giorgio Vasari en su forma actual, hoy sede de la Scuola Normale Superiore-, el Palacio del Reloj y el Palacio del Consejo de los Doce, antigua sede de las Magistraturas Republicanas.
Fuente de inspiración de numerosos poetas y artistas, los Lungarni de Pisa son el escenario de los espléndidos palacios señoriales que se asoman al Arno.
Aquí hay numerosos museos, así como locales de entretenimiento y característicos lugares donde pasar una agradable velada con los amigos.
Uno de los momentos más sugestivos para dar un agradable paseo por los Lungarni es sin duda el atardecer, cuando las aguas del Arno reflejan las luces de la ciudad y confieren al escenario elegancia y magia.
No hay que perderse en junio la Fiesta Patronal, durante la cual miles de luminarias, encendidas en honor de San Ranieri, iluminan Pisa en un ambiente intemporal.
Permaneciendo en el Lungarno, encontramos el Palacio Blu, antiguo Palacio Rosselmini Gualandi, centro de exposiciones temporales y de actividades culturales.
El núcleo principal del Palacio data del Siglo XVI, pero fue a mediados del Siglo XIX cuando adquirió su aspecto actual.
En este extraordinario espacio se han expuesto obras de artistas de nivel internacional como Magritte, Duchamp, Kandinsky, Picasso y Warhol.
Algunas salas del palacio albergan el Museo de Arte y Cultura de Pisa y, periódicamente, se organizan reuniones y conciertos en el auditorio.
Dejando a un lado las bellezas artísticas y culturales de Pisa, es posible pasar un día en el itinerario que sigue la nueva Ciclovía de Trammino: desde Pisa en dirección al mar, en particular Marina di Pisa.
Un recorrido apto para las familias o, de todos modos, para todos aquellos que desean pasear en bici tranquilos y seguros.
Sólo 14 kilómetros separan la ciudad de la playa, que se recorren con total relax en bicicleta.