Un salto atrás en el tiempo en los pueblos más bellos de Toscana: el verano es sinónimo no sólo de vacaciones, sino también de evocaciones históricas y medievales. Aquí te proponemos 10 eventos imperdibles para pasar un día entre trajes de época, torneos, lanzadores de banderas, música y desfiles históricos.
En su 17ª edición, Medievalis es una evocación histórica de la concesión del diploma de Municipio Libre en la Comunidad de Pontremoli en 1226 por el emperador Federico II, que llamó al pueblo "clavis et ianua" (llave y puerta) de las comunicaciones entre Lombardía y Toscana.
Para conmemorar todo esto, durante cuatro días Pontremoli -en el corazón de Lunigiana- vuelve a vestirse con vestimentas medievales: se prohíbe la entrada de coches al centro histórico para dejar paso a caminantes, mercaderes, carruajes y caballeros. Habrá muchos figurantes que representarán a las clases sociales medievales, y también se celebrarán numerosos eventos típicos de la época, como duelos, exhibiciones de halconeros, cenas a base de comidas de sabores olvidados, espectáculos de lanzadores de banderas y bailes.
No te pierdas la "Disfida della Cortina di Cazzaguerra": un torneo diario en el que las tres facciones históricas (Sommoborgo, Immoborgo y Contado) compiten para ganar el codiciado Palio.
También en Lunigiana, en el histórico pueblo de Filetto, artistas y evocadores procedentes de toda Italia dan vida a numerosas actividades didácticas y espectáculos centrados en la vida cotidiana de la Baja Edad Media y el Renacimiento.
Filetto Renacentista es una fiesta de 5 días donde podrás conocer criaturas fantásticas, músicos itinerantes, danzadores, espectáculos de fuego y ¡mucho más!
En Sarteano -un encantador pueblo de Valdichiana-, el día de Ferragosto (15 de agosto), se celebra la popular Justa del Sarraceno, un emocionante desafío a caballo de origen medieval en el que el caballero galopa contra una estatua de madera que representa al sarraceno.
Antes de la competición propiamente dicha, los Barrios desfilan con trajes de época junto con el carro tirado por bueyes que transporta el palio, pintado cada año por un artista diferente, que será entregado al ganador.
Una competición nocturna celebrada en Suvereto -una verdadera joya medieval- en memoria del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Arrigo VII de Luxemburgo, muerto repentina y misteriosamente durante una campaña militar para disciplinar a los señoríos itálicos, y cuyos restos se conservaron, durante un tiempo, en el pueblo mismo.
El Palio se disputa entre equipos de "spingitori" (empujadores) que representan a los Terzieri de Suvereto y las aldeas, con eliminatorias y finales, haciendo rodar barriles de madera con 5 quintales de vino por las calles adoquinadas del centro histórico.
En Montepulciano, el último domingo de agosto, la cita es con el Bravìo de Botti, un desafío entre los ocho Barrios de Montepulciano que compiten por una tela pintada haciendo rodar barriles de 80 kg por un recorrido cuesta arriba de 1.800 metros.
La tarde comienza con el desfile del sugestivo cortejo histórico, compuesto por más de 300 participantes, luego, tras la señal dada por el repique de la Campana del Municipio, los barriles comienzan a rodar sobre la piedra: al cabo de unos minutos, el "Bravìo" tendrá su epílogo. La historia se repite desde hace más de 600 años.
Entre las famosas termas y la campiña toscana, en San Casciano dei Bagni, tiene lugar el Palio de San Cassiano: el pueblo se engalana al estilo renacentista con los distintos participantes que se unen en una procesión histórica de damas, caballeros, tamborileros, guardias, jueces y estandartes.
Con el encendido de las antorchas -a última hora de la tarde- comienzan los desafíos entre los barrios: la carrera de sacos, la piñata, el ruzzolone y el árbol de la cucaña. El barrio con mayor puntaje partirá primero en la carrera propiamente dicha, que consiste en empujar una carretilla en la que hay una rana que no debe saltar escapándose.
Una de las evocaciones medievales más conocidas de Toscana es la Ballesta de Girifalco, que se celebra en el espléndido pueblo de Massa Marittima dos veces al año: en mayo y en agosto.
Una competición de tiro al blanco con la ballesta, siguiendo las reglas de los antiguos juegos de guerra. Quienes compiten por el "Palio", el grande estandarte de seda, pintado a mano cada año por un artista, son los 3 terzieri -o bien, los tres barrios- de la ciudad.
La carrera va precedida de un cortejo histórico de más de 150 participantes vestidos con trajes medievales. Junto a los músicos y las damas, desfila también la Compañía de los Lanzadores de banderas de Massa Marittima, ofreciendo un espectáculo realmente increíble.
A pocos kilómetros de Grosseto, en el pueblo de Roccatederighi, se celebrará durante tres días una Fiesta Medieval en las estrechas calles y las plazas del centro histórico.
Evocaciones de las quemas de las brujas y espectáculos de halconería hasta bien entrada la noche.
Podrás admirar antiguos oficios, juegos y artistas ancestrales y degustar recetas medievales y bebidas del pasado.
Volterra retrocede en el tiempo en agosto: caballeros, nobles y damas, monjes, frailes, artesanos y mercaderes, campesinos, lanzadores de banderas, flecheros, soldados, malabaristas, músicos y bufones medievales se reúnen para recrear la mágica atmósfera del pasado.
Un festival único para revivir, en una de las ciudades más bellas de Toscana, la fascinante época del año 1398.
Durante dos días, la ciudad acoge espectáculos, eventos, mercados, talleres y música.
El único dinero permitido es el grosso volterrano, monedas de cobre y oro con las que se puede comprar de todo, desde comida hasta productos artesanales.
El Palio de los Barrios de Piancastagnaio -antiguo pueblo situado en las laderas de la Montaña Amiata- se originó en el Siglo XVI como evento para divertir a los señores de la época.
En agosto, con motivo de San Bartolomé, patrón del pueblo, se organizan bailes, ferias, desfiles y concursos para recordar el antiguo esplendor de la ciudad.
Tamborileros y lanzadores de banderas anticipan la competición propiamente dicha, una carrera de caballos en la cual cada uno de los cuatro barrios intenta conquistar el codiciado estandarte.