4 lugares para visitar en Castiglione della Pescaia

El Palacio Centurioni es un edificio histórico situado en el centro de Castiglione della Pescaia, justo dentro de las murallas de la ciudad. Construido en la época renacentista, el palacio consiste en un imponente conjunto arquitectónico de planta rectangular. La fachada principal está totalmente revestida de yeso y decorada con los característicos sillares alrededor de las ventanas y la puerta de entrada. Todos los elementos exteriores están armoniosamente conectados entre sí, respetando plenamente el estilo arquitectónico renacentista. Actualmente el palacio se utiliza para diversas exposiciones y actos culturales abiertos al público.

La Casa Roja Ximenes, situada no lejos del centro histórico, es un edificio diseñado por Leandro Ximenes en 1765 por encargo del Gran Duque Pietro Leopoldo, el hombre que emprendió las primeras obras de recuperación de tierras en la Maremma. El edificio, gracias a su estructura apoyada en tres arcos, permitió en la época de su construcción la salida regular del agua del pantano, contribuyendo a la recuperación de la zona. En la actualidad, la Casa Rossa Ximenes alberga el museo multimedia dedicado a la reserva Diaccia Botrona.

La ermita de San Guglielmo de Malavalle es una estructura arquitectónica construida durante la Edad Media y hoy inmersa en un denso y frondoso bosque. El edificio, que hoy sólo puede visitarse desde el exterior, presenta una arquitectura totalmente acorde con la de los monasterios benedictinos medievales, con una iglesia de estilo románico en su interior que data del siglo XIII. Además de ser un importante testimonio arqueológico de la historia de Castiglione della Pescaia, la ermita es también un lugar de desembarco religioso fundamental para los peregrinos debido a la presencia de la tumba de San Guglielmo de Malavalle.

Isola Clodia es una pequeña colina situada en el extremo norte de Diaccia Botrona en la que se encuentran los restos de una antigua villa romana que, con el tiempo, se incorporó a una abadía benedictina, cuyos restos aún son visibles hoy en día. La abadía, construida a principios de la Edad Media, cuenta con una iglesia de estilo románico de una sola nave que termina en un ábside semicircular.

El nombre "Isla Clodia", inusual para una zona de interior, deriva del hecho de que la colina estuvo antaño completamente rodeada por las aguas del lago Prile, lo que la asemejaba a una "isla".