5 cosas para hacer en Roccastrada

El Castillo de Montemassi es uno de los ejemplos más importantes de arquitectura gótica de la Maremma del Norte. 
La fortaleza, que domina el pueblo de Montemassi, está formada por el torreón -que conserva sus ventanas y puertas originales- y, al sur, la torre rectangular con dos grandes salas cubiertas por bóvedas de crucería.
A partir del siglo XI, el castillo perteneció a la poderosa familia Aldobrandeschi, que lo convirtió en un importante centro a lo largo de las rutas del comercio de la sal.

Creada en 1996, la Reserva Natural del Torrente Farma es uno de los oasis verdes más importantes del territorio. 
Abarca los municipios de Roccastrada y Monticiano, en la frontera entre las provincias de Siena y Grosseto. 
La reserva se caracteriza por bosques de hayas, arces, abedules y tejos en el fondo del valle, mientras que gran parte de las laderas orientadas al norte se caracterizan por castaños y alcornoques.
La reserva también alberga muchas especies animales, como martas, mofetas, gatos monteses y dos tipos de murciélagos.

La Iglesia de San Martino Vescovo en Roccatederighi es del siglo X y fue completamente renovada en 1489 y a finales del siglo XVIII, cuando se añadieron dos tramos laterales en el presbiterio y la fachada. 
En el interior, la iglesia es de una sola nave, con una pila de mármol esculpido del siglo XV y un panel de madera pintada que representa a la Virgen con el Niño y a San Agustín sosteniendo el castillo de Roccatederighi.

El Parque Minero de Roccastrada Ribolla es una de las principales entradas al Parque Nacional de las Colinas Metalíferas en Grosseto, dedicado a la ruta del lignito.
En los alrededores de Roccastrada, el parque es rico en testimonios de antiguas actividades mineras que se remontan a la época etrusca y medieval, así como de actividades mineras del siglo XX. 

Diseñado y construido a finales del siglo XIX por Timoleone Crocchi, que se inspiró en el Teatro della Pergola de Florencia, el Teatro dei Concordi sobrevivió indemne a dos guerras mundiales y a un ciclón que destruyó su tejado en 1925. 
El teatro se convirtió inmediatamente en un punto de referencia para la ciudad de Roccastrada, acogiendo a artistas muy importantes y representando obras de primer orden. Tras la Segunda Guerra Mundial, el teatro se convirtió en cine y, más tarde, en salón de baile.
Cerró en la década de 1970 hasta 1985, cuando se renovó a fondo y reabrió con la ópera "Pensaci Giacomino", de Luigi Pirandello.