Un mundo de ultratumba poblado por figuras demoníacas, pero también por urnas y sarcófagos muy decorados, que retratan a los difuntos parecidos lo más posible a cuando estaban vivos, y además escenas de caza, música y danza, bronces votivos, animales mitológicos y fantásticos de alabastro o piedra. Son muchos los vestigios de arte etrusco que han llegado hasta nosotros y que se pueden apreciar en los museos o necrópolis en Toscana: aquí hay 5 obras realizadas por este antiguo pueblo que absolutamente deberías ver.
Empezamos en Sarteano para descubrir la extraordinaria Tumba de la Cuadriga Infernal del siglo IV a.C., que se encuentra en la Necrópolis de Pianacce (se puede visitar solo con reserva en el Museo Arqueológico de Sarteano, donde se puede admirar una reconstrucción de la tumba a tamaño natural).
En la tumba se puede apreciar un grupo pictórico que no tiene parangón en el mundo etrusco, dedicado al mundo de ultratumba. En la primera escena un demonio pelirrojo conduce una carreta arrastrada por dos grifos y dos leones, envueltos en una nube negra, en la misma parte hay una segunda pintura con dos difuntos que participan en un banquete en el más allá y en otra pared de la tumba está representada una gran serpiente de tres cabezas.
Nos trasladamos a Volterra, donde se encuentra uno de los museos arqueológicos más importantes en Toscana: el Museo Etrusco Guarnacci, que recoge una rica colección en el Palazzo Desideri Tangassi.
Aquí se encuentra una de las obras de arte etrusco más famosas, el Sarcófago de los Esposos, donde están grabadas las figuras en bajorrelieve de dos ancianos esposos, marido y mujer acostados juntos en la cama, cristalizados para siempre en un dulce abrazo.
El Museo Etrusco de Volterra conserva también una obra muy particular, con una línea esencial y aparentemente contemporánea: el bronce votivo llamado la Sombra de la Noche, una obra maestra del arte etrusco del siglo III a.C., que representa una forma masculina muy alargada, casi como si se tratara de una sombra vespertina.
Otra de las obras simbólicas de los etruscos es la Quimera de Arezzo, obra maestra de bronce que fue encontrada en el 1553 cerca de Arezzo y que hoy se puede admirar en el Museo Arqueológico Nacional de Florencia. El bronce se remonta al siglo IV a.C. y representa un animal fantástico con cuerpo y cabeza de león con una cabeza de cabra en la espalda y una larga cola en forma de serpiente.
Concluimos con la Esfinge de piedra del 570-560 a.C, una de las obras etruscas más notables que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Chiusi, la ciudad histórica de los etruscos, donde, según la leyenda, se encontraría el laberinto del rey Porsenna, que custodiaba un tesoro mítico. Probablemente el laberinto era en realidad un acueducto etrusco y hoy es un recorrido arqueológico subterráneo abierto al público, que inicia en el Museo de la Catedral.