Naturaleza salvaje, aguas cristalinas y arena dorada donde tomar sol antes de zambullirse. Para los que sueñan con unas vacaciones junto al mar, hete aquí cinco propuestas perfectas para tomarse un descanso relajante, construir castillos de arena y admirar los panoramas.
Todas estas magníficas playas han sido galardonadas con la Bandera Azul gracias a su mar limpio, sus servicios y su respeto por el ambiente marino.
A pocos kilómetros del encantador pueblo de San Vincenzo hay una playa libre de más de 6 km con mar cristalino, dunas de arena y un fresco pinar. El parque está equipado con áreas para pícnic, instalaciones y pasarelas de madera para que la playa sea accesible a todos.
Una franja de arena dorada que se extiende a lo largo de más de 6 kilómetros, a un lado el mar cristalino, al otro un pinar de rica vegetación.
Feniglia es un tómbolo o banco de arena que conecta la colina de Ansedonia con el Monte Argentario y se encuentra a pocos kilómetros de Orbetello.
Las aguas poco profundas y transparentes también son ideales para los niños.
La playa y el pinar forman parte del encantador Oasis Natural de Duna Feniglia, un paraíso natural que alberga numerosas especies de aves y una gran variedad de vegetación.
Una de las playas más conocidas de Maremma, entre Castiglione della Pescaia y Punta Ala: Rocchette es un tramo de costa arenosa con un fondo marino que desciende suavemente.
Hay balnearios, un restaurante junto al mar y una playa libre. El agua límpida y cristalina es perfecta para bucear.
La presencia de un pinar secular hace aún más agradable la permanencia.
Grava, guijarros y rocas para una playa caracterizada por un mar verde esmeralda y una naturaleza exuberante y salvaje. A pocos kilómetros de Livorno, el pueblo de Quercianella ofrece playas equipadas y libres, pinares, un puerto turístico y muchas propuestas para los amantes de los deportes acuáticos, desde el surf hasta el submarinismo.
Dentro del Parque Litoral de Sterpaia y muy cerca de la playa de Torre Mozza, la playa de Carbonifera fue antaño un pequeño descargadero que marcaba el punto final de un ferrocarril con el que el carbón de las minas llegaba al mar.
La arena fina y el pinar secular garantizan relax absoluto incluso en las horas más calurosas.
Sus aguas claras y poco profundas también la hacen adecuada para las familias con niños. Hay tanto balnearios como playas libres.