ARTE al aire libre en Toscana

En una colina que domina la zona entre Florencia y Pistoia, la  Fattoria di Celle cuenta con una gran colección de arte ambiental que Giuliano Gori y su familia han reunido desde principios de la década de 1980. Artistas internacionales fueron invitados a crear instalaciones en los pintorescos espacios abiertos, que se extienden en un área de aproximadamente 45 acres, así como dentro de los edificios históricos y otras estructuras rurales. En la actualidad, Celle cuenta con unas 80 instalaciones.

En Seano, cerca de Carmignano, también en la zona del Prato, se encuentra el Parque-Museo Quinto Martini. El parque fue fundado en 1988, a partir de un gran grupo de obras de arte en bronce donadas por el artista Quinto Martini a la ciudad de Seano. Las 36 esculturas representan la vida rural cotidiana: una mujer persiguiendo un ganso, un posadero esperando a unos clientes, otra mujer que mira a la calle desde la puerta.

En Chiusdino (Siena), en los bosques que rodean el centro Osho Miasto, se encuentra la Selva di Sogno o Bosque de Ensueño: torres, templos, plazas de piedras irregulares colocadas simplemente unas sobre otras, perfectamente equilibradas. Las esculturas -de Deva Manfredo- son edificios en miniatura que podrían haber pertenecido a cualquier civilización antigua y, al mismo tiempo, evocan juegos infantiles.

Uno de los parques de arte más fascinantes de Toscana es sin duda el Jardín del Tarot, de Niki de Saint Phalle. El jardín está construido en las hermosas colinas de Toscana, en la finca Garavicchio (zona de Capalbio). La primera obra del Jardín del Tarot es de 1979, y el autor es una escultora francesa de renombre mundial, Niki de Saint Phalle. La motivación que desencadenó el deseo impetuoso de construir el jardín esotérico llegó después de una visita al maravilloso Parque Güell del arquitecto Gaudí, en Barcelona. Influenciada por las suaves formas y los majestuosos edificios de ese mágico parque, la artista comenzó su aventura, creando obras de arte que financió ella misma, y con la ayuda de su esposo Jean Tinguly.

El museo al aire libre de Luicciana es un recorrido por el pequeño caserío de Cantagallo, un pueblo que basa su vida en el arte, con instalaciones que cobran forma entre casas y jardines, incluyendo pinturas murales en las fachadas de las casas. Pintores, escultores, grafiteros y alfareros han hecho de Luicciana una curiosa joya del arte contemporáneo.

Realizado en 2006, en Pontedera, el muro de Enrico Baj es un mosaico de 100 metros de largo y tres metros de alto, y probablemente es el más grande de Italia. En la pared están representados seres humanos con rasgos robóticos: una sarcástica metáfora de cómo, en la actualidad, la gente corre el riesgo de vivir una vida mecánica. Una obra de arte única en el corazón de la ciudad.

No todo el mundo sabe que en Pisa se encuentra uno de los murales más espectaculares de Keith Haring, el famoso grafitero estadounidense. La idea de crear un mural en Pisa surgió casualmente, tras un encuentro de Haring con un joven estudiante de Pisa en las calles de Nueva York. Se llama Tuttomondo: 30 figuras, pintadas como un rompecabezas, cubren los 180 metros cuadrados de pared del convento de San Antonio. Los personajes del mural están repletos de la vitalidad y la energía que caracterizan a Haring, y de su inquebrantable fervor creativo, que le permitió realizar, pocos meses antes de morir de SIDA, una obra que es un himno a la vida.

Mauro Staccioli es uno de los principales escultores de arte contemporáneo. Entregó algunas de sus mejores instalaciones a gran escala a la ciudad de Volterra, su ciudad natal, creando un recorrido para descubrir la zona y su carrera artística. Estas formas nos invitan a detenernos a considerar el paisaje, y además, a considerar la manera en que el artista nos pide que veamos ese paisaje.

Existe una ecléctica colección en el corazón de Chianti: artistas de renombre internacional de 20 países distintos han creado obras específicas para cada lugar, totalmente integradas con la naturaleza circundante. Los artistas utilizaron para sus esculturas materiales tradicionales como el mármol y el granito, el hierro y el vidrio, pero también luces de neón y sonidos modernos. Todos estos elementos combinados crean una agradable armonía. Después de visitar el parque se puede hacer una parada en la zona de picnic.

A principios de la década de 1990, el artista suizo Daniel Spoerri comenzó a instalar un parque de esculturas en el sur de Toscana, en Seggiano, unos 80 km al sur de Siena. En 1997, el Jardín de Daniel Spoerri fue abierto al público, y ahora se puede visitar desde Semana Santa hasta octubre. En la actualidad, hay 112 obras de 55 artistas diferentes, que vale la pena descubrir en un espacio de unas 16 hectáreas.

Piazza dei Guidi, en Vinci, es un "homenaje" de Mimmo Paladino al genio de Leonardo. El artista, ayudado por el arquitecto Nicholas Fiorillo, ha reconfigurado la plaza utilizando un patrón geométrico. La obra está en armonía con la identidad local y con la figura artística y científica de Leonardo.