Es justo en el corazón de Garfagnana, en la aldea de Massa Sassorosso (Municipio de Villa Collemandina), donde tiene sus raíces la historia del gran compositor de tango argentino.
Assunta, la madre de Astor Piazzolla, era hija de dos emigrantes que habían partito de Massa Sassorosso para llegar a la ciudad de Mar del Plata, en Argentina, donde el maestro nació el 11 de marzo de 1921. Una historia simbólica de la emigración, un fenómeno que caracterizó los primeros años del Siglo XX, cuando Argentina era un país en crecimiento mientras Italia, especialmente los pequeños pueblos de montaña, atravesaba uno de los momentos más difíciles de la historia.
De hecho, fue a principios de siglo cuando se creó este fuerte vínculo entre Massa y Mar del Plata, que se consolidó con el descubrimiento de los orígenes del Maestro. Un vínculo entre dos lugares que no pueden ser más diferentes: un pequeño pueblo con casas de piedra y adoquines y una gran ciudad moderna entre la Pampa y el océano, pero que han hallado un punto de encuentro en esta historia de emigración.
Todavía hoy en el pueblo de Massa Sassorosso se respira aire argentino, en cada rincón impregna la presencia y la energía del Maestro. Caminando por el "Paseo", el recorrido expositivo que se le ha dedicado gracias al proyecto Parque Apenino en el Mundo y la Fundación Astor Piazzolla de Buenos Aires, es posible admirar una exposición permanente de fotos que cuentan su vida: desde sus orígenes en Garfagnana a su infancia en Mar del Plata hasta sus éxitos y la gran historia de amor con su esposa Laura Escalada Piazzolla. Precisamente Laura Piazzolla ha sido invitada y madrina en Massa Sassorosso de dos eventos inaugurales, en el 2013 y el 2015: la "Plaza Astor Piazzolla", dedicada a él, y el camino de exhibición al aire libre justo frente a la Iglesia donde se casaron sus abuelos.
Mucho arte y música inmersos en un contexto naturalístico único: El Parque Nacional de los Apeninos Toscanos-Emilianos, riserva Mab Unesco Entre las joyas del parque: Pania di Corfino donde se encuentra el nido del águila real, la Reserva Natural de Orecchiella con su rarísima y exuberante vegetación y una increíble variedad de animales y, por último, el cercano pueblo de Sassorosso: un pequeño pesebre apoyado en un espolón de mármol rojo. El pueblo debe su nombre al particular tono rosado de las piedras con las que están construidas las casas y la Iglesia de San Michele, color que se acentúa a la luz del atardecer.