Los etruscos sabían cómo vivir en el siglo VII a.C.: comiendo buena comida, bebiendo buen vino y luego relajándose en los baños termales naturales. Y tal vez por eso se establecieron en Toscana: de hecho, la región cuenta con numerosas fuentes termales y ofrece una gran cantidad de piscinas termales y spas. Si se encuentra en el Valle de Orcia, Bagno Vignoni y Chianciano Terme, las termas no pueden faltar en su lista de cosas por hacer.
En este encantador pueblo situado en la cima de una colina del Valle de Orcia, podrá experimentar la antigua tradición de los baños termales de Toscana. La plaza principal del pueblo, llamada "Plaza de las Fuentes” (o plaza de las termas), incluye una gran piscina del siglo XVI que contiene aguas termales cuyos beneficios terapéuticos se conocen desde hace siglos.
En efecto, las termas de Bagno Vignoni eran un lugar de descanso para los peregrinos que pasaban por la famosa Vía Francigena, una ruta de peregrinación católica de Francia a Roma.
Aunque ya no es posible bañarse en las cálidas aguas de la antigua piscina, de todas formas está permitido tomar baños y las curas termales en las tres estructuras presentes: Las Termas Spa & Resort- situadas justo en la plaza central-, el Hotel Posta Marcucci -con piscinas cubiertas y al aire libre- y las Termas Hotel Adler -con la sugestiva Gruta Salina.
Bañarse en esas piscinas es la mejor manera de experimentar las costumbres etruscas. A diferencia de los romanos, los etruscos no utilizaban las aguas termales principalmente como medio de relajación. Más bien, consideraban esas aguas termales y piscinas naturales como sagradas y como una manifestación de lo divino. Como si el cuerpo humano pudiera ser limpiado y fortalecido por los místicos poderes subterráneos del agua.
Las aguas termales, así como el lodo que rodea las piscinas naturales, se utilizaron para tratar una serie de enfermedades, como el reumatismo y la osteoartritis. Curiosamente, también fueron utilizadas por mujeres jóvenes para recibir el sagrado regalo de la fertilidad.
Si está buscando una experiencia de spa más completa y moderna, entonces debe ir a Chianciano Terme. El gran complejo termal de Chianciano Terme está a sólo 30 minutos en coche de Bagno Vignoni, y ofrece todo lo necesario para una experiencia de spa perfecta y relajante.
Chianciano Terme incluye manantiales naturales, piscinas y baños termales, grandes parques, pero también un spa sensorial, que recomiendo vivamente.
El spa sensorial ofrece al visitante un recorrido por diferentes piscinas, hammams y saunas, todo ello basado en experiencias sensoriales. Podrá flotar en piscinas de agua salada y sentirse revitalizado después de caminar sobre guijarros con rociadores de agua caliente y fría, o relajarse después de sentarse en un hammam etrusco, donde el vapor tiene un delicado aroma a flores, hierbas y miel. Por último, algo que no debe perderse: cubrirse con fango relajante o energizante.
Si desea prolongar su estancia en Chianciano Terme, también puede reservar una serie de masajes, cuidados de la piel y tratamientos corporales.