En el Monte Amiata, la humedad y el calor del verano también pueden combatirse con un refrescante chapuzón en el río.
A los pies de esta montaña situada en el corazón de la Toscana hay arroyos de agua dulce que en algunos lugares son aptos para el baño, para deleite de quienes gustan de estar en estrecho contacto con la naturaleza.
Los lugares donde uno puede darse refrescantes baños de río son ambientes vírgenes, a menudo sombreados, a los que se llega con ropa de trekking y que deben experimentarse con el máximo respeto por el ambiente con el que se entra en contacto.
He aquí 3 lugares donde poder zambullirse en los cursos de agua que acarician el cono volcánico.
el Ente y el Vivo son dos ríos que nacen en las rocas de traquitas del Monte Amiata y el punto donde se encuentran es un lugar encantador. Se puede llegar desde Seggiano.
Los que vienen de Castel del Piano deben pasar el pueblo de Seggiano y seguir las indicaciones primero hacia Castello di Potentino y luego continuar por la carretera "Località Chiusone".
También se puede llegar al lugar desde el pueblo de Montegiovi, a través de una empinada bajada.
La fuerza del agua varía según la estación y el caudal del torrente que lleva el nombre de la localidad de Zancona.
También conocida como "Pozzone", esta piscina natural se encuentra entre los territorios de Arcidosso y Montenero d'Orcia.
También es una zona bastante concurrida por los lugareños porque es fácil llegar en coche.
El río Albegna llega hasta el pueblo de Roccalbegna, haciendo oír su inconfundible voz, según la estación. Las aguas bañan el famoso Sasso y siguen su curso hacia la Maremma antes de desembocar en el mar Tirreno.
El caudal del río varía según la época del año, mientras que a lo largo de su curso es posible encontrar lugares paradisíacos para nadar.
Entre el arroyo Rigo y el Strette dell'Albegna se crean piscinas naturales que bien merecen una visita.
Algunas áreas son fácilmente accesibles desde el centro de Roccalbegna, a otras se puede llegar desde el pueblo de Rocchette di Fazio, mientras que a otras sólo se puede acceder acompañado por voluntarios del Oasi WWF Bosco Rocconi y sólo se pueden visitar con guías.