Toscana es una tierra de excelentes vinos y cocina regional que tiene sus raíces en la cocina sencilla y campesina.
Cada vino, así como cada comida, cuenta la historia del territorio en el cual nació. Te proponemos un breve viaje que te introducirá un poco más de cerca a 5 vinos para combinar con 5 platos típicos de Toscana. ¡Pruébalo en casa o la próxima vez que vayas a un restaurante!
Aquí está nuestra lista de posibles combinaciones de 5 recetas toscanas y de 5 vinos regionales con denominación DOC o DOCG.
El Bordatino es una sopa hecha con harina de maiz típica de las zonas de Pisa y Livorno. Existen muchas variaciones. Los más famosos son el Bordatino alla pisana con repollo negro y el Bordatino con pescado. El nombre del plato deriva del lugar adonde se praparaba: a bordo de las embarcaciones pesqueras. Es un plato sencillo, nutritivo y sabroso.
Con el Bordatino recomendamos beber un Val di Cornia blanco DOC una zona entre Pisa y Livorno, cuyas principales variedades son Viogner, Ansonica, Malvasia, Trebbiano y Vermentino. Un Val di Cornia blanco con cierta suavidad armoniza con los sabores dulces y amargos del Bordatino.
Gnudi (desnudos) porque estas bolas de ricotta y espinacas son, en definitiva, el relleno de los raviolis, sin la cobertura exterior de pasta casera. Los ingredientes adicionales son solo huevos y condimentos. Simplemente se les sirve con mantequilla, salvia y queso rallado. Para obtener un plato más rico a veces también se sirven con salsa con carne picada.
Los gnudi con mantequilla y salvia se combinan bien con un vino blanco toscano con buena acidez, que contrasta agradablemente con la untuosidad de la mantequilla y el queso. Por ejemplo una clásica Vernaccia di San Gimignano DOCG.
Uno de los platos emblemáticos de la cocina toscana, la pappa al pomodoro, se necesitan pocos ingredientes: pan toscano duro, salsa de tomate, aceite de oliva virgen extra y albahaca.
Con la pappa al pomodoro puedes beber un vaso de un buen vino Carmignano DOCG no demasiado complejo, que con una justa suavidad y estructura alcohólica equilibra la acidez intrínseca del tomate. Carmignano se produce en Prato y ya en el 1716 Cosimo III de los Medici incluyó estas colinas entre las zonas vitivinícolas más importantes del Gran Ducado de Toscana.
El peposo es muy popular principalmente en la zona de Florencia. Es un plato de carne de buey, un guiso que se cocina lentamente y durante horas en vino de Chianti, al que se añade abundante pimienta negra (de ahí el nombre del plato). El resultado es una carne muy sabrosa que se funde en la boca, inmersa en una salsa densa y oscura, con una ligero sabor ácido debido al vino.
El peposo puede ir acompañado con el Chianti Rufina, que es la zona del Chianti, cerca de Florencia, donde se elabora un Sangiovese particularmente sabroso y mineral.
Una combinación verdaderamente clásica que tiene su origen en una de las islas más bellas y famosas del archipiélago toscano, la Isla de Elba.
La schiaccia briaca es una torta dulce que se prepara como el pan, pero sin levadura. Se mezclan juntos el aceite de oliva virgen extra, la harina, los frutos secos y el vino dulce. ¿Pero, cuál vino dulce? ¡Aquí la gente de Elba no está de acuerdo! En Rio Marina se añade el sabor dulce del Alchermes, que da a la schiaccia su color rojizo. En cambio, en la zona de Capoliveri se añade el vino Aleatico o el Moscato passito.
En efecto, una pequeña copa de uno de los DOCG más jóvenes de Toscana, el Aleatico passito DOCG acompaña bien a una porción de schiaccia briaca, gracias a sus notas de frutos secos (como ciruelas pasas e higos) y su ligero tanino contrasta suavemente con la untuosidad de esta torta elaborada con aceite de oliva.