¿Por qué la gente ama tanto el Día de San Valentín? ¿Les encantaría esta celebración si se basara solo en regalos como cajas de chocolate y rosas?
El día de San Valentín puede convertirse fácilmente en algo aburrido o incluso frustrante, pero si realmente quieres celebrar un evento recurrente de la mejor manera, debes hacer lo único que realmente te hace más rico: ¡un viaje!
Como todos sabemos, la Toscana puede representar el lugar ideal para viajes románticos, así que cierra los ojos y empieza a pensar en lo que quieres experimentar. Si estás de humor para pasear y disfrutar de hermosos paisajes, sumergiéndote en la naturaleza y tal vez haciendo fotografías con tu pareja, mi sugerencia es elegir una de las etapas toscanas de la Vía Francígena, la antigua ruta que desde Francia conduce a Roma.
Viajar siguiendo estas etapas significa conocer el incomparable patrimonio natural, cultural y religioso de la historia Toscana. Basta con elegir un tramo de la ruta y recorrerlo, disfrutando del paisaje circundante y de una vida lenta. Por ejemplo, puedes tomar la tercera etapa de Aulla a Sarzana (16,4 km) o la séptima etapa que te lleva de Lucca a Altopascio en 18,5 kilómetros de caminata fácil. Pero si quieres ver San Gimignano, tienes que tomar la décima etapa que va desde Gambassi Terme hasta la "ciudad de las torres" en solo 13,4 kilómetros.
Si quieres explorar otro tesoro natural, debes visitar el Parque Nacional de la Maremma que se extiende por 100 kilómetros cuadrados y cubre 9800 hectáreas. A lo largo de la costa encontrarás una serie de playas con diferentes tipos de plantas centenarias, que a lo largo de las décadas, se han ido adaptando a la zona arenosa y salada. Desde un punto de vista naturalista, los Montes dell'Uccellina, los pinos de Marina di Alberese, la desembocadura del río Ombrone y el pantano de Trappola, forman un precioso mosaico de ecosistemas, apenas tocados por el hombre. En el corazón de la Maremma también se puede visitar una preciosa aldea y admirar una hermosa puesta de sol desde sus alturas: Semproniano, en la región de Amiata.
Si te gustan los pueblos medievales, no deberías perderte Anghiari en el Valle del Tíber (o Valtiberina) a solo 30 kilómetros de Arezzo. Considerado uno de los pueblos más bellos de Italia, ha sido galardonado con la Bandera Naranja por el Italian Touring Club.
Como alternativa, si deseas relax, deberías saber que los spas interiores y exteriores Toscanos ofrecen aguas termales y curativas, suaves masajes y velas perfumadas, creando el ambiente perfecto para la intimidad y el romance.
A lo largo de la Vía Francígena, encontrarás Bagno Vignoni, a solo 50 kilómetros de Siena. En el centro del pueblo, en la piazza delle Sorgenti, hay una piscina rectangular de 49 metros de largo de agua vaporosa. En realidad no te puedes bañar en ella, pero es una vista maravillosa y una evidencia del pasado de la zona. Sus baños termales, en efecto, fueron disfrutados primero por los Romanos, y luego se popularizaron -debido a su posición- entre los peregrinos cristianos que viajaban hacia Roma y solían detenerse allí para descansar.
Además, en el corazón del impresionante Val d'Orcia, se encuentra Bagni San Filippo. En la provincia de Siena, no lejos del Monte Amiata, encuentras estas fuentes termales naturales, de las que hay constancia desde la Edad Media, especialmente el "Fosso Bianco", un arroyo blanco y calcáreo que desemboca en cascadas y piscinas naturales, algunas calientes y otras frías.
Por último, otra idea para pasar el día de San Valentín en Toscana es visitar un castillo. Ve a Fosdinovo, una aldea medieval en la Lunigiana, y visita el maravilloso Castillo de Malaspina rodeado por los Alpes Apuanos.
Prueba también nuestro "Itinerario de la ruta del amor" (en inglés) en Toscana y descubre muchos otros lugares que se adaptan a tus necesidades.
Dondequiera que elijas estar, haz de tu Día de San Valentín ¡un día inolvidable!