Robada, "profanada" por el arte de Duchamp, desde el ataque del 1957 y protagonista del libro El código Da Vinci de Dan Brown. ¿Qué historia tiene para narrar Gioconda de Leonardo?
La famosa pintura, también conocida como Mona Lisa y realizada por el Genio toscano, se conserva en el Museo Louvre de París. Esta obra es una concentración de referencias a Toscana, sólo un poco de atención para captar los indicios.
La Gioconda se realizó entre el 1503 y el 1504, pero el debate sobre la identidad y el comisionario del cuadro aún sigue abierto.
Según la hipótesis más acreditada, la mujer representada sería Monna Lisa Gherardini, nacida en Florencia en Via Maggio en el 1479 y el comisionario sería Francesco del Giocondo. La familia Gherardini poseía fincas alquiladas en Panzano in Chianti y San Donato in Poggio , así como una villa en Vignamaggio.
Sin embargo, otros estudios retienen que es una señorita florentina, amante de Giuliano de los Medici, Isabella Gualandi. Un pequeña curiosidad: Isabella, hija de Ranieri Gualandi y Bianca Gallerani, de Pisa, habría sido la prima de aquella Cecilia del retrato realiazado por Leonardo en La Dama del Armiño.
También la individuación del paisaje de Gioconda no ha sido simple. Una de las hipótesis más plausibles une el puente del fondo con el de Buriano, en el río Arno, cerca de Arezzo.
En cambio, las montañas del fondo podrían haber sido inspiradas por los páramos de Valdarno, en la zona Reggello, o, incluso, por los contextos alpinos.
Leonardo da Vinci conocía bien la zona Val di Chiana y se cree que, en el lado izquierdo de Gioconda, haya imprimido la Garganta di Pratantico, cerca del puente.
Gracias a los varios elementos identificados, algunos investigadores pudieron estudiar el punto de vista de Leonardo, que corresponde al pueblo Quarata, una aldea de Arezzo situada a lo largo de Vía Setteponti, hacia Castiglion Fibocchi.
La Gioconda de Leonardo ha sido objeto de otras rocambolescas vicisitudes que se refieren a la ciudad de Florencia. En el 1911 el entonces empleado del Louvre, Vincenzo Peruggia, logró robar la obra del museo, sucesivamente encontró al anticuario florentino Alfredo Geri en un hotel en Via de Cerretani. Este último, acompañado por el director de los Uffizi, advirtió a las autoridades competentes.
Antes de ser restituida al museo francés, la Gioconda fue expuesta temporalmente en los Uffizi de Florencia, donde, siglos antes, había sido concebida.