Desde el 1864 atraviesa el Apenino Toscano-Emiliano, desde Pistoia hasta Bolonia, pasando por Porretta Terme, ciudad de la que toma su nombre. Proyectada y construida durante el Resurgimiento, con un esfuerzo de ingeniería sin precedentes, fue el pilar maestro de las conexiones ferroviarias entre el norte, el centro y el sur y desempeñó el rol estratégico de unir las ciudades del centro y el norte de Italia con los puertos de las costas de los mares Tirreno y Adriático.
Desde hace más de 150 años, el trazado de la Ferrovía Porrettana es parte integrante de las Montañas de Pistoia y hoy en día es una forma ecológica y fascinante de descubrir las distintas localidades.
El viaje comienza en la estación central de Pistoia, a un paso del centro de la ciudad y de la Plaza del Duomo, y continúa con paradas en Piteccio, Corbezzi, Castagno, San Mommè y Pracchia, antes de cruzar al lado emiliano.
Una inmersión en la exuberante naturaleza de las Montañas de Pistoia, entre pueblos, puentes y túneles.
Además de los trenes de línea, también recorren el trayecto los históricos trenes Porrettana Express, que combinan el encanto de un viaje en los vagones "Cien puertas" y "Corbellini" con experiencias pensadas para familias y niños, como laboratorios didácticos y visitas guiadas a las estaciones.
Oportunidades de visitar lugares cerrados al público, como el Deposito de Maquinarias Rodantes Históricas de Pistoia, un taller-depósito que desde hace más de 150 años conserva locomotoras de vapor, diésel y eléctricas FS, incluyendo piezas únicas como la 741.120, de los años 20, modificada en el 1958, única locomotora en funcionamiento del mundo equipada con el sistema patentado "Franco Crosti" o la D 342.4010, única locomotora diésel hidráulica de los años 50 aún en servicio.
El recorrido por el Depósito incluye la Sala deEspera Real, construida para el Rey Vittorio Emanuele II, en la que es claramente visible el escudo de los Saboya.
A lo largo de Porrettana, el parada Valdibrana es la sede de la antigua rampa de lanzamiento, que permitía a los pesados trenes de vapor ganar potencia para afrontar las pendientes, y aquella de rescate, además de ser un mirador sobre la cercana ciudad de Pistoia.