Giorgio Vasari (1511-1574) fue un pintor, arquitecto, historiador y figura clave del Renacimiento temprano. Su nombre está vinculado al diseño del edificio que actualmente es la sede de la Galería de los Uffizi, al Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio, a las biografías dedicadas a las "vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos".
Si quisiéramos viajar tras las huellas de Giorgio Vasari, tendríamos que iniciar el viaje partiendo de Arezzo, su ciudad natal. Aquí se puede visitar la casa-museo Vasari: compró este edificio en el 1511, antes de restaurarlo y decorarlo con frescos, ayudado por sus alumnos entre los años 1542 y 1548. Allí puedes admirar uno de los pocos ejemplos conservados de una casa de artista de finales del Renacimiento y apreciar unos cincuenta cuadros del siglo XVI.
También se pueden visitar otros lugares de Arezzo que conservan obras de Vasari: la Iglesia Santísima Anunciada (Deposición de la Cruz), el Museo de Arte Medieval y Moderno (Virgen con el Niño y San Juan Bautista) la Iglesia de las Santas Flora y Lucilla (Coronación de la Virgen) y el Museo Diocesano de Arte Sacro.
Como arquitecto - inspirado por Michelangelo - solía trabajar con mármol y gemas semipreciosas, creando hermosas incrustaciones, reconsiderando el estilo antiguo con nuevas técnicas. En Arezzo, creó un soporte para el órgano de la Catedral de los Santos Pietro e Donato en Arezzo y el campanario del Palacio de la Fraternidad de los Laicos en la Plaza Grande.
En el 1554 Vasari dirigió un proyecto de reestructuración del presbiterio de la Catedral y desde el 1565 hasta el 1573 renovó la Abadía de las Santas Flora y Lucilla.
Las últimas grandes obras de Vasari realizadas en su ciudad natal son las Logias en la Plaza Grande, encargadas por los Rectores de la Fraternidad y el Consejo General de Ciudadanos y terminado en el 1593. En la casa-museo de Vasari se encuentra una pequeña maqueta de madera de dos vanos, propuesta por el artista en el 1572.
En el territorio de Arezzo, las "etapas Vasari" que no hay que perderse están en Cortona, donde Vasari trabajó en la obra de Santa Maria Nuova y en el proyecto de renovación de Santa Maria della Querce. El Oratorio de Jesús - donde se encuentra el Museo Diocesano - fue pintado al fresco en el 1555 por Cristofano Gheradi, conocido como Il Doceno, según un diseño de Giorgio Vasari y que representaba escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
En la aldea de Pozzo della Chiana (Foiano della Chiana) se encuentra el pequeño Templo de San Esteban de la Victoria, de planta octogonal, atribuido a una colaboración entre Vasari y Bartolommeo Ammannati.
En Castiglion Fiorentino, en la Iglesia San Francisco, se conserva una Virgen con el Niño entre los santos Ana, Silvestre y Francisco, mientras que en Monte San Savino se puede admirar la Asunción de la Virgen entre los santos Agustín y Romualdo, en la Iglesia San Agustín.
Por último, sorprende el Monasterio de Camaldoli, en el Parque Forestal de Casentino, que custodia importantes pinturas de Vasari. En la Iglesia de los santos Donato e Ilariano se encuentra la Virgen con el Niño entre los santos Juan Bautista y Jerónimo, una maravillosa Natividad, a la que muchos eruditos dedicaron alabanzas en verso latino, y el panel del Altar Mayor, rico de colores y luz, en el que se aprecia una importante evolución en el estilo del artista, para entonces fuera de la protección de los Medici, que en este oscuro periodo estableció un fuerte vínculo con los monjes camaldulenses.
Artículo original de Katia Boccanera