La Vía Lauretana siempre ha sido un camino de arte y de artistas, un testigo de los siglos pasados: aquí es posible seguir las huellas de las numerosas personalidades que, a lo largo de la historia, han dejado rastros de su grandeza.
En Toscana, este antiguo itinerario une las dos ciudades de Siena y Cortona, y las cinco etapas que lo caracterizan reservan pequeñas sorpresas. A lo largo del camino, se encuentran numerosas obras de arte contemporáneo: situadas principalmente en pueblos y ciudades, estas esculturas al aire libre e in-situ se integran en la escena artística local y enriquecen los lenguajes, actuando como contrapunto de las artes de la Edad Media y el Renacimiento. Cada obra ofrece la fascinación de una Toscana nueva, para descubrir viajando y disfrutando.
Las calles bordeadas de edificios góticos que caracterizan la ciudad de Siena son a menudo escenario de exposiciones y muestras temporales, que pueden admirarse en la Plaza del Campo y la Plaza del Duomo, así como a lo largo de la calle principal. Sin embargo, no es raro encontrar algunas algunas de ellas en callejones y rincones escondidos: una invitación al descubrimiento a la que es difícil no prestar atención.
Algunas de estas obras han sido donadas o adquiridas por la ciudad, y se han convertido en parte integrante del tejido urbano. Entre los olivos de los Huertos de Tolomei, en una posición panorámica con vistas a la campiòa fuera de las puertas medievales, se encuentra The Drop, una escultura de Tony Cragg, donada por el artista mismo; cerca del centro histórico se encuentra una escultura de bronce de la serie Terra Mater de Andrea Roggi, también situada en una posición panorámica, con la Catedral al fondo y a poca distancia de la Fortaleza de los Medici.
Santa Maria della Scala -antiguo hospital de peregrinos convertido ahora en complejo museístico- también acoge con frecuencia exposiciones de arte contemporáneo y de fotografía, a menudo incluidas en el precio de la entrada.
Tras abandonar la ciudad del Palio, la Vía Lauretana prosigue su recorrido adentrándose en Crete Senesi de Asciano, donde el paisaje natural es el principal protagonista. Es en medio de estas áridas colinas donde el Site Transitoire se revela casi de repente, magnífico en su austera poesía: la escultura, creada por el artista Jean-Paul Philippe, está marcada por el minimalismo y se presenta en un diálogo con el paisaje circundante. Los elementos de piedra que componen la obra representan las partes de una casa -la ventana, una silla, la cama- a las que el cielo hace de techo y el entorno de paredes. Sentándose, tumbándose o mirando a través de la hendidura de la piedra, es posible disfrutar del paisaje de Crete Senesi desde todos los puntos de vista.
El pueblo de Rapolano Terme, no lejos de Asciano, también merece una visita: se puede llegar siguiendo un breve desvío desde Serre di Rapolano, que, alargando un poco el recorrido, permite visitar el Parque del Agua. No lejos del centro de la ciudad y muy cerca del complejo termal, este parque representa un rincón verde creado en el interior de una antigua cantera, donde se encuentran numerosas esculturas de travertino. Paseando por los bulevares que interrumpen la extensión verde del prado, descubrimos formas insólitas, a veces de fábula, a veces surrealistas, que llaman la atención y que se puden admirar: todas las esculturas llevan la firma de artistas del panorama nacional e internacional, lo que lo convierte en un verdadero museo al aire libre, con obras de Joshito Fujibe, Emanuele Giannetti, Rainer Irrgang, Mauro Berrettini, Marcello Aitiani, Kosei Maeda, Rinaldo Bigi, Canuti, Yoshin Ogata, Pietro Cascella, Kiwame Kubo, Jean-Paul Philippe, Paolo Schiavocampo, Cordelia Von Den Steinen y Joe Tilson. El área de la antigua cantera, ya en desuso, se ha convertido en un pequeño lago donde se puede hacer una parada en total relax.
A lo largo de los años, la ciudad de Cortona, que cierra las etapas toscanas de la Vía Lauretana, también ha dedicado amplios espacios a las nuevas formas de arte. Un ejemplo de ello es la exposición Cortona Contemporánea, que esparce en el centro histórico esculturas y exposiciones temporales -como aquella que tuvo como protagonistas las obras de Roberto Barni-, cruzándose con los itinerarios culturales del MAEC, el Museo de la Academia Etrusca y del Municipio de Cortona.
La ciudad también organiza cada año el festival internacional de fotografía Cortona On The Move, que se caracteriza por una marcada experimentación relacionada con los nuevos lenguajes visuales, presentando exposiciones fotográficas de gran impacto, a menudo dedicadas a temas con un fuerte valor social.