Garfagnana y el Valle del Serchio siempre han sido áreas montañosas aisladas y poco proclives a la vida mundana; sin embargo, aquí, los campesinos analfabetos recitaban de memoria la Divina Comedia y se montaban escenarios improvisados en los castañares donde el Canto del Maggio recordaba las hazañas de los valerosos paladines de Orlando Furioso.
Cada ciudad tenía su propia compañía del Maggio, y muy activas eran también las compañías de teatro de aficionados, que podían recurrir a los teatros municipales o parroquiales para actuar. Hoy en día, el territorio cuenta con salas históricas que acogen temporadas teatrales de importancia nacional.
El teatro de aficionados más famoso del territorio se encuentra en Vetriano, en el Municipio de Pescaglia, y se construyó en 1889 transformando un antiguo granero. Con sus 71 metros cuadrados, 60 asientos en el patio de butacas y 20 en gradas de balcones, está acreditado por el Libro Guinness de Récords como el teatro más pequeño del mundo. En la actualidad, el teatro es una propiedad protegida por la FAI y puede visitarse con cita previa: Teatro Vetriano.
Ya en 1668 se constituyó en Barga, entre los representantes de las familias más destacadas del pueblo, una Academia llamada de los Indiferentes nombre que cambió unos años más tarde por el de Academia de los Diferentes. El objetivo de los Académicos era aumentar la pasión por el teatro y la cultura en general. En 1689 se construyó un pequeño teatro, que cien años después fue demolido y reconstruido y que aún lleva el nombre de Teatro de los Diferentes.
La Academia de los Providentes, en 1790, inició las obras de construcción del Teatro Académico de Bagni di Lucca, y la pequeña ciudad termal, por aquel entonces entre las más famosas y apreciadas de Europa, comenzó a acoger representaciones tanto de ópera como de prosa de importancia primordial. Hoy acoge numerosas representaciones teatrales y el interesante Festival de Teatro Escuela, un proyecto dedicado íntegramente a los jóvenes.
Castelnuovo di Garfagnana no podía quedarse atrás y así fue como, gracias a un grupo de notables lugareños, encabezados por el Conde Giovanni Carli, el 22 de agosto de 1860 se inauguró el Teatro Alfieri. Con sus 510 localidades, tres gradas de 17 palcos más la galería, es el segundo teatro más grande de la provincia, después del Teatro del Giglio de Lucca.
En estos tres últimos teatros del valle y en el más reciente, el Teatro Bambi de Coreglia Antelminelli, la Fundación Toscana Spettacolo organiza temporadas de teatro nacional en los meses de invierno, cuyos calendarios pueden consultarse en toscanaspettacolo.it.