Los amantes de la pesca encontrarán en Toscana un paraíso natural: la región cuenta con un riquísimo patrimonio de lagos, ríos y playas que permiten disfrutar de esta pasión. Tienes sólo que equiparte con una caña, un anzuelo y una carnada y ¡salir a divertirte! Incluso quienes no se consideran pescadores pueden transcurrir un día inolvidable a orillas de los lagos: estar al aire libre y en compañía es siempre agradable y regenerador.
El Dique de Montedoglio es un destino ideal donde ir a pescar: los verdaderos conocedores lo saben por la posibilidad de encontrar lucios, una especie preciada que puede superar incluso los 20 kg de peso. El dique se encuentra en el Municipio de Pieve Santo Stefano (AR) y es visitado principalmente por los aficionados a los deportes y las actividades recreativas: además de la pesca se puede probar el piragüismo, el windsurf, dar un paseo en botes de pedal. Fuera del agua, el espectáculo de la naturaleza invita a los visitantes a adentrarse entre los árboles y los animales para sacar algunas fotos; en una palabra, observación de aves. Entre los pájaros que habitan la zona también encontramos martines pescadores, ánades reales y cormoranes.
El Lago de Bilancino, en Mugello, es otra alternativa válida para quienes deseen pescar, en particular, carpas comunes, carpines, bagres y alburnos.
El Oasis del Lago, en el Municipio de Santa Maria a Monte (PI), es en cambio adecuado para quienes quieran dar largos paseos por el verde, recorriendo los senderos de la salud o tal vez tomarse un tiempo para hacer jogging. El lago satisface las necesidades de toda la familia: mientras los padres prueban a pescar o simplemente se relajan a la sombra de los árboles, los niños pueden divertirse con los juegos que ofrece la instalación.
En cambio, para los amantes de las emociones, recomiendo el parque Santa Bárbara (Municipio de San Miniato): además de pescar en un espejo de agua muy grande, se puede visitar el campo de cross a pocos kilómetros. Numerosas veces se organizan temerarias carreras sobre dos ruedas que fascinan a los conocedores de motos y a los simples curiosos.
El Lago de San Bernardino, en cambio, es el refugio ideal para transcurrir un día de bienestar. Situado cerca de Rapolano Terme, es posible alternar la pesca deportiva con las aguas minerales de las piscinas. El lago está rodeado de caminos para recorrer en bicicleta, aptos tanto para los turistas ocasionales como para los deportistas. Y quienes no desean renunciar al placer de sentarse a la mesa pueden disfrutar cocinando en el agroturismo adyacente que organiza clases de cocina.
Y para disfrutar de un final hermoso, te sugiero ir al Lago dei Gabbiani (Lago de las Gaviotas) en Signa, cerca del Parque de Renai. Aquí, la pesca pasa a un segundo plano en comparación a todas las actividades que ofrece el complejo: motos acuáticas, solárium, tiro con arco, pista de skate, voleibol de playa ¡y mucho más!