Días más largos y temperaturas más cálidas: la primavera es la mejor época para pasar un día al aire libre, paseando tranquilamente o haciendo un pícnic extendido en un prado florido.
La Montaña de Pistoia, los parques y las Villas de la zona ofrecen el escenario perfecto para momentos de relax y distracción en contacto con la naturaleza.
Villa La Magia de Quarrata es uno de los edificios más prestigiosos de todo Montalbano: la finca fue adquirida por el Gran Duque Francesco I de los Medici en 1583 y Bernardo Buontalenti también trabajó en su renovación.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 2013, la villa está rodeada por un parque-museo que alberga obras de arte contemporáneo que se funden y mimetizan con el paisaje. La primavera es la época ideal para descubrir todos los senderos del parque y el pequeño lago rodeado de encinas, cipreses y laureles.
En el corazón del Apenino de Pistoia, el valle de Orsigna fue elegido lugar predilecto de Tiziano Terzani. El Árbol con los Ojos, realizado en su memoria y al que se llega dando un corto paseo desde la Casa Cucciani, puede admirarse todavía hoy. El Valle de Orsigna alberga también el Molino di Giamba, aún activo, y algunas reconstrucciones de las actividades de los carboneros: ambas estructuras forman parte del Itinerario de la Vida Cotidiana del Ecomuseo de la Montaña de Pistoia.
La Macchia Antonini es un área natural protegida a 962 metros de altitud, donde podrás relajarte en verdes prados y pasear entre centenarios robles, imponentes hayas, arces sicomoros y abetos. Con sus 200 hectáreas, la zona debe su nombre a la familia Antonini, que la compró a Pietro Leopoldo Gran Duque de Toscana.
Cada año, desde 1827, el domingo más próximo al 20 de agosto, la Macchia acoge una de las fiestas más antiguas de Toscana. El acontecimiento atrae a muchos turistas, atraídos por espectáculos, desfiles de trajes de época, puestos de comida y mercados. En los alrededores, también puedes visitar el pueblo de Calamecca y el Parque de Aventuras Spider Park , en Marliana.
En el Valle de Lima, en el territorio de San Marcello Piteglio, el Puente Colgante es uno de los destinos más buscados de la Montaña de Pistoia, tanto por los amantes del relax como por quienes desean experimentar la sensación de estar "suspendidos en el vacío". Con una altura de 36 metros, sus 227 metros conectan los pueblos de Mammiano Basso y Popiglio. A poca distancia, un tranquilo lago es el lugar ideal para un pícnic con la familia o los amigos.
Aprovecha la ocasión para llegar hasta el Puente de Castruccio, construido por Castruccio Castracani (1281-1328), caudillo y señor de Lucca, sobre el río Lima, con su característico arco de medio punto de ladrillo.
En el lado oriental de Montalbano, una visita a Serravalle Pistoiese es un salto en el pasado. La antigua fortaleza medieval domina desde lo alto las colinas entre Pistoia y Valdinievole. Subir a la Torre de Barbarroja al atardecer es una experiencia emocionante: desde su cima, se puede contemplar el maravilloso panorama que abarca desde Pistoia hasta Florencia y de Valdinievole a Pisa. Muy cerca se encuentran también los antiguos pueblos medievales de Vinacciano y Castellina.