Florencia: cuna del Renacimiento, cofre del tesoro único en el mundo, hogar de algunos de los más grandes artistas del pasado. Un centro histórico declarado patrimonio de la UNESCO, donde la historia se encuentra a cada paso y a la vuelta de cada esquina.
Pero Florencia es también una ciudad romántica que, con su belleza, sirve de telón de fondo a historias de amor, al tiempo que ofrece a las parejas la oportunidad de vivir momentos mágicos.
Aquí hay 5 ideas para un día romántico, con Florencia haciendo de Cupido.
Florencia esté repleto de indicios y testimonios de las grandes historias de amor del pasado que se consumaron en las calles y palacios de la ciudad.
Un paseo por las callejuelas del centro los llevarán junto a la pequeña iglesia de Santa Margherita dei Cerchi, para revivir la emoción del primer encuentro entre Dante y Beatrice. Más de un lugar florentino ha sido en cambio escenario de la historia de amor más famosa del Renacimiento: el amor, al principio clandestino, entre Francesco I dei Medici y Bianca Cappello. Luego, ¿pueden identificar la cabeza de toro esculpida en la Cúpula del Duomo? Ahora traten de imaginar el motivo de esta curiosa presencia.
Unas 400 variedades de rosas y una vista increíble de todo el centro histórico de Florencia. Justo debajo del Piazzale Michelangelo se encuentra uno de los rincones más románticos de la ciudad: el Jardín de las Rosas. Vengan a pasar unas horas en este pequeño paraíso, entre los perfumes de las flores y las esculturas del artista belga Jean-Michel Folon.
¡Un día así sólo puede incluir una puesta de sol! Una de esas románticas puestas de sol que incendian el cielo de Florencia y calientan los corazones de quienes tienen la suerte de estar en el Piazzale Michelangelo, los Orti del Parsano, en el Ponte alle Grazie o cualquiera de los otros lugares que ofrecen una vista privilegiada de la ciudad y de este inolvidable espectáculo.
Pónganse los vestidos más bonitos y diríjanse al Teatro del Maggio Musicale Fiorentino, un edificio moderno, multifuncional y fascinante cuya fachada brilla por la noche. Tomen asiento en una de las 1890 butacas de la sala principal, la música se encargará del resto.