Florencia romántica: las pasiones de los grandes personajes históricos

El Ponte Vecchio está vinculado a la historia de un joven noble florentino que vivió a principios del Siglo XIII, Buondelmonte de' Buondelmonti. Guapo, elegante y culto, fue asesinado en el puente con un puñal mientras montaba su caballo blanco, el máximo castigo por un pecado de amor: Buondelmonte se había enamorado de una muchacha de Casa Amidei, prometiendo casarse con ella, pero se echó atrás justo delante del altar, alegando vagas excusas.

En el centro de Florencia hay una iglesia muy pequeña, llamada la Iglesia de Dante, que, según la leyenda, fue el escenario del primer encuentro entre Dante y Beatrice, y de la consiguiente aventura amorosa del poeta. La iglesia es aquella de Santa Margherita dei Cerchi, una iglesia muy antigua (data de 1032) que alberga la tumba de Beatrice Portinari y su nodriza Monna Tessa, así como un cuadro que representa el famoso encuentro.

En la época de la construcción de la Cúpula de Brunelleschi, en una de las casas que daban al lado de la Catedral, aquel de Via dei Servi, vivía una bonita y joven costurera que, buscando algo de luz, o bien para seguir mejor el curso de las obras, o para espiar a los hombres que trabajaban en los andamios montados para la ocasión, se asomaba a menudo al balcón. Uno de los capataces se encaprichó de ella y pronto consiguió organizar reuniones clandestinas en la casa de la misma cuando su marido estaba ausente debido a viajes de negocios.

No contento con ello, el capataz decidió dejar una señal tangible de su hazaña como recuerdo futuro, nada menos que en la Catedral misma, esculpiendo una cabeza de toro con un par de cuernos frente a la casa de la bella costurera y de su marido.
Historias románticas aparte, la presencia de la cabeza de toro, efectivamente bien visible, debe considerarse una muestra de gratitud a estos animales que, cargados de material para la construcción, llegaban de Via dei Servi, en donde había un tablón que subía hasta la Cúpula.

Más apasionante que una novela es la historia entre Francesco I de Medici y Bianca Cappello, hija de un caballero veneciano de una antigua familia patricia. Bianca llegó a la ciudad en 1563, fugándose con su enamorado florentino Pietro Bonaventuri, con quien se casó el 12 de diciembre del mismo año. Pero en una fiesta en el Palacio del Mondragone, situado en Via dei Banchi, esquina con Via del Giglio, Bianca conoció a Francesco de Medici, y fue amor a primera vista. El escenario de los primeros años de este amor clandestino (Francesco estaba casado con Giovanna de Austria) fue el Palacio de Bianca Cappello, en Via Maggio, construido por Bernardo Buontalenti a petición del Gran Duque mismo. Francesco y Bianca se casaron en 1579, tras la prematura muerte de Giovanna.

Entre las prestigiosas historias de amor que tuvieron como escenario Florencia figura aquella del poeta Vittorio Alfieri y Luisa Stolberg, condesa de Albany, organizadora de un famoso y popular salón literario. Cómplice, al parecer, fue una reunión en 1777 en la Basílica de Santa Croce. Su amor por Luisa puso fin a la inquietud amorosa de Alfieri, que mantuvo esta relación hasta su muerte.

En cambio, la colina de Bellosguardo fue el escenario del amor entre Ugo Foscolo y Quirina Mocenni Magiotti. El poeta vivió unos meses en Villa Torricella, situada frente a la actual Villa Ombrellino y destruida a principios del Siglo XX, donde compuso los versos del poema "Le Grazie" (1813) dedicándoselos a su amada.

Es imposible no mencionar a Robert y Elisabeth Barret Browning, famosa pareja de poetas ingleses que se trasladó a Florencia para escapar del opresivo padre de ella. Su historia de amor les mantuvo felizmente unidos durante quince años. Su hogar, la Casa Guidi, en la Plaza San Felice, se convirtió en una especie de "Meca" espiritual para la comunidad angloamericana de Florencia de la época. No fue hasta la muerte de Elisabeth (1861) cuando Robert regresó a Inglaterra con su hijo. Elisabeth Barrett Browning está enterrada en el Cementerio de los Ingleses en Plaza Donatello.

El Siglo XX tampoco estuvo exento de pasiones. Durante el periodo de Florencia como capital, la Villa de los Medici La Petraia fue la residencia de verano del rey Víctor Manuel II de Saboya. En el primer piso de esta espléndida villa se encuentra el dormitorio de la "Bella Rosina", la mujer que fue amante no tan secreta del rey y que, a la muerte de su esposa, se convirtió en su consorte real, tras recibir el título nobiliario de "Condesa de Mirafiori".

En Settignano, la hermosa colina sobre Florencia, vivió el poeta Gabriele D'Annunzio entre los años 1989 y 1909, durante su relación con la actriz Eleonora Duse. Aquí escribió "Il Fuoco", un libro publicado en 1900 con el permiso de la propia Duse, en el que describía esta relación muy apasionada.

Este viaje a los amores florentinos del pasado termina en Lungarni en compañía de Oscar Wilde, quien se alojó en Florencia en dos ocasiones y que en 1881 escribió el poema "A orillas del Arno" inspirado por el paisaje que se abría ante sus ojos. El texto es una invitación a apreciar la belleza que nos rodea, siempre que tengamos la oportunidad.