Valdarno hechiza los cinco sentidos y deja un recuerdo imborrable. A través del color y la belleza del paisaje que deleitan la vista, los sonidos envolventes de la naturaleza y las ciudades que cautivan el oído, el tacto de las piedras históricas y los inconfundibles olores y sabores de los platos, vinos y cervezas locales. Un viaje por Valdarno se convierte en un tesoro de experiencias sensoriales en un lugar extraordinario.
Comenzamos nuestro itinerario gustativo por Valdarno, donde los sabores se convierten en protagonistas de una experiencia culinaria inolvidable.
Valdarno cuenta con el pollo blanco de Valdarno y el pollo negro, razas que tienen sus raíces en el Siglo XIX y que se han conservado gracias al meticuloso trabajo de los avicultores. La selección de la raza Valdarno blanca comenzó en 1957 con la creación de un grupo especial avícola con centros de selección en Montevarchi y Loro Ciuffenna. Estos deliciosos pollos, cocinados hábilmente a la parrilla o guisados con "Rocchini (albóndigas) de apio", son ingredientes versátiles que enriquecen muchas recetas locales a base de pollo.
La alubia zolfino, también conocida como alubia del ciento, crece entre el Arno y Pratomagno. Cultivadas en suelos bien drenados según antiguas tradiciones, las alubias zolfini mantienen una consistencia espesa y cremosa tras una larga cocción. Hervidas y aliñadas con aceite de oliva virgen extra, constituyen una guarnición perfecta para el bistec a la florentina.
El tarese, un "tocino" de dimensiones insólitas, revela sus orígenes en antiguas prácticas de conservación de las carnes. De sabor pronunciado y fino, este manjar se cocina brevemente a la parrilla y combina a la perfección con guarniciones de escarolas invernales o alubias coco y zolfinas.
La harina de castañas de Pratomagno, con más de quinientos años de historia, se elabora siguiendo tradiciones seculares, incluido un segundo tostado de las castañas. Este proceso confiere a la harina un color avellana y un sabor dulzón únicos, rindiendo homenaje a las antiguas técnicas de secado.
Valdarno ofrece una variedad de quesos pecorinos, entre los que destaca el "abbucciato", que también se produce en Casentino. De cáscara oscura y resistente, este queso obtiene su sabor envolvente gracias a las hierbas aromáticas de los pastos. Disponible en diferentes maduraciones, desde fresco hasta más maduro, es una delicia para el paladar.
Valdarno es también la tierra de las trufas: entre ellas, la trufa blanca y aquella scorzone. Con formas características y aromas inconfundibles, estas trufas añaden un toque de preciado sabor a las recetas locales, convirtiendo cada bocado en una experiencia extraordinaria.
Además del renombrado vino, Valdarno destaca por su producción de cerveza artesanal. El lúpulo local y el agua pura de los acuíferos subterráneos contribuyen a crear cervezas de alta calidad con sabores únicos, que amplifican la experiencia sensorial de la zona.
El aceite de oliva virgen extra, el oro verde de Valdarno, se produce en modo excelente en todo el valle. En el Municipio de Bucine existe una planta secular, el Olivone de Montebenichi, un olivo monumental del que se han reproducido otras plantas para la producción de olivas. Esta planta da nombre al prototipo de almazara, "la almazara del olivone", que utiliza nuevas tecnologías para producir un aceite de excelente calidad.
Valdarno no decepciona a los amantes del vino, con producciones de Chianti D.O.C.G., Vinsanto y Valdarno di Sopra D.O.C. Numerosas bodegas esparcidas por el territorio invitan a degustar vinos de óptima calidad.
En conclusión, si buscas un itinerario gastronómico rico y gratificante, Valdarno es un destino ideal, capaz de satisfacer los paladares más exigentes con su variedad de productos locales de alta calidad. Descubre y saborea las delicias únicas que ofrece esta tierra, déjate envolver por los perfumes y sabores que hacen de Valdarno un viaje sensorial inolvidable.