El litoral de la Costa Etrusca es un rincón de belleza toscana entre tierra y mar con no menos de 6 Banderas Azules por los criterios de calidad de sus aguas de balnearios y servicios que ofrece. La zona costera ofrece experiencias turísticas que se adaptan a todas las necesidades, desde quienes buscan un ambiente relajado y silencioso hasta quienes desean vivir la aventura en contacto con las olas. Se puede elegir entre largas caminatas por la fina arena o refugiarse en pequeñas calas de guijarros; bucear desde calas rocosas o disfrutar de amplias playas abiertas protegidas por frescos pinares.
La primera parte costera inicia justo debajo de Livorno, con la Bahía del Quercetano en Castiglioncello, Rosignano y Vada: una alternancia de arena y rocas, con ensenadas reparadas y fondos rocosos ideales para los amantes del submarinismo y el buceo.
Entre Cecina y Bibbona, lidos equipados interrumpidos por tramos de playas libres permiten relajarse o practicar deportes como surf y windsurf. La Reserva Natural de Tomboli en Cecina, que se extiende a lo largo de 5 km junto al mar entre las dos ciudades, es un pulmón verde en el que regenerarse entre los aromas del matorral mediterráneo: el lugar perfecto para hacer ejercicio a pie, en bicicleta o a caballo, organizar un picnic en las zonas de parada o tumbarse al fresco de los sombreados pinos marítimos.
Marina di Castagneto Carducci, protegida por un espeso pinar, se caracteriza por un fondo arenoso inclinado hacia mar abierto, lo que la hace adecuada para familias con niños. El paisaje marino entre San Vincenzo y Piombino presenta una fisonomía siempre cambiante: las orillas de arena dorada protegidas por la exuberante vegetación del Parque Costero de Rimigliano dan paso a la playa más oscura del Golfo Baratti, cuyo componente ferroso recuerda la antigua elaboración del hierro de la época etrusca.
El promontorio de Piombino, que domina las islas del Archipiélago Toscano, es una sucesión de ensenadas rocosas, pequeñas bahías resguardadas y arrecifes bañados por aguas transparentes, ideales para bucear a gran profundidad. En la parte sur del Val di Cornia, el mar se transforma una vez más: el Parque Costero de Sterpaia bordea una larga playa libre que también es accesible para personas con discapacidad gracias a pasarelas de madera especialmente señalizadas. Tampoco faltan atenciones para los amigos de cuatro patas: a lo largo de toda la costa hay playas para perros gratuitas y equipadas, donde se puede pasear y divertirse con su perro.
De la relajación al deporte, en solitario o en compañía, la Costa Etrusca tiene mucho que ofrecer a los amantes del mar. A sus espaldas, un interior con pueblos característicos cobra vida durante el verano gracias a multitud de eventos artísticos, culturales y gastronómicos.