Redobles de tambores, vestidos de damas de suave terciopelo y caballeros: la fantasía recupera los contornos de la realidad cuando se retrocede en el tiempo en los territorios deAmiata. Si tienes suerte, podrás participar en los eventos medievales en los característicos pueblos de la Abadía San Salvatore, con la Oferta de Censi (productos locales), o en Santa Fiora, con el Palio de las Santas Flora y Lucilla.
Pero si deseas emprender una aventura en lugares con sabor medieval, entre la naturaleza incontaminada por un lado y las piedras de los pueblos por el otro, aquí te proponemos el itinerario perfecto para descubrir los 5 fuertes más bellos de Amiata.
Un majestuoso cuadrilátero de piedra se eleva imponente desde la entrada del centro histórico de Piancastagnaio dominando toda la zona en las laderas de la Montaña Amiata. Desde estas altas murallas destacan dos torres, una, la más grande y alta, tenía la función de una torre de homenaje, en cambio, la otra había sido construida como un arma de defensa de la ciudad. Admirar este fuerte desde abajo te hace percibir su prestigio y magnificencia para dominar todo el pueblo.
El fuerte de Arcidosso es parte de uno de los castillos medievales más antiguos y mejor conservados de la zona de Amiata. A través de un itinerario arqueológico-artístico, el visitante en la parte interna del fuerte se adentrará en el maravilloso panorama medieval de Amiata, conociendo al Marqués Ugo de Toscana, a los Condes Aldobrandeschi, que iniciaron las obras del fuerte hacia el año 860 d.C. sobre cimientos preexistentes de origen longobardo, y a Guido Riccio da Fogliano, que conquistará Arcidosso en nombre de la República de Siena.
El Fuerte Silvana de Castell'Azzara también llamada Rocca Selvena o Roccaccia Selvena, hoy en día está reducida a una fascinante ruina, pero en la época medieval formaba parte de una gran fortaleza que pertenecía a los Aldobrandeschi.
El fuerte, debido a su posición que domina el valle del río Fiora y cerca de los depósitos de cinabrio y de mercurio, ha sido objeto de varios asedios, procedentes de distintos lugares, desde el siglo XI.
Aunque no es posible entrar en el fuerte, al cual se puede llegar a pie con un corto paseo, no hay que perderse el camino que pasa a través de la naturaleza y el encanto que se respira una vez que se llega allí.
Comúnmente llamada "il Sasso" (la roca), el fuerte de los Aldobrandeschi de Roccalbegna es una fortificación situada en la cima de un peñasco que domina el pueblo que se encuentra debajo y que ha vigilado a sus habitantes durante siglos. Construido en la época medieval, fue utilizado por la familia Aldobrandeschi como fortificación para avistamientos y funciones defensivas, haciendo inexpugnable todo el castillo.
A pocos kilómetros, en la aldea de Triana, se encuentra el castillo homónimo del siglo XIV y que fue adquirido por la familia Piccolomini de Siena, que lo transformó en una mansión señorial rural.
Propiedad de la familia Aldobrandeschi, comenzó a construirse a mediados del siglo IX, con la función de defender el pueblo de Semproniano. Hoy en día todavía se pueden apreciar algunas ruinas y parte de los muros del fuerte que se encontraba justo fuera del pueblo, pero el encanto permanece inalterado, rodeado de una atmósfera única de cipreses y vegetación.