Fundada en el 1606 a instancias de la familia Medici, Livorno se convirtió pronto en un oasis de acogida para todos los perseguidos religiosos y políticos, enriqueciéndose gracias al influjo de estas numerosas influencias sociales.
Siempre vinculada al mar, en la segunda mitad del Siglo XVI, debido a las estrategias militares y comerciales de los Medici, se convirtió en uno de los principales puertos de Europa.
Gracias a todos estos factores, Livorno sigue siendo una ferviente realidad cultural.
Descubramos los museos sin barreras, accesibles para los visitantes en silla de ruedas o con problemas de movilidad.
El Museo de la Ciudad de Livorno, o más específicamente el Museo de las Colecciones Ciudadanas, ofrece un amplio itinerario expositivo que a través de las obras de arte, fotografías, reliquias y hallazgos arqueológicos cuenta la evolución histórica y cultural de Livorno, desde sus orígenes hasta la actualidad.
El museo se encuentra en el antiguo edificio Bottini dell'Olio, un gran almacén de aceite del Siglo XVIII encargado por Cosimo III con ambientes amplios y bóvedas de crucería, que en su día se utilizó para almacenar aceite y que ahora es un lugar dedicado a exposiciones temporales.
El museo también cuenta con una valiosa colección permanente de arte contemporáneo, alojada en los interiores barrocos de la Iglesia desconsagrada de la plaza del Luogo Pio -al lado de los Bottini y conectada a ellos- que alberga en sus salas pinturas y esculturas de artistas italianos de renombre internacional.
Hay una rampa en la entrada y un ascensor en el museo. Hay una silla de ruedas disponible en la taquilla.
El Museo di Historia Natural del Mediterraneo es un centro de investigación activo en la salvaguardia y conservación del patrimonio natural, pero también un centro de cultura científica y de actividades didácticas para las escuelas.
La Sala del Hombre ilustra el tema de la evolución humana ya sea desde el punto de vista físico que natural, poniendo un interés particular a los pueblos del área mediterránea.
En los últimos tiempos se han creado otras salas: la Sala del Mar, dedicada a los cetáceos del Mediterráneo -resultado de años de recuperación y estudio de ejemplares varados en la costa de Livorno-, la Sala de los Invertebrados y el Jardín Botánico.
El museo cuenta con ascensores y pasarelas para permitir la accesibilidad de todo tipo de usuarios y con paneles para personas con discapacidad visual.
El Museo Cívico Giovanni Fattori se encuentra en la espléndida Villa Mimbelli y alberga una rica colección de arte de Livorno y toscano.
La colección comienza con la obra de Enrico Pollastrini, un artista romántico aún vinculado a la academia, hasta llegar a la alta expresión artística de las obras de Fattori y otros destacados exponentes de la escuela de los Macchiaioli y del movimiento de los Postmacchiaioli.
El museo cuenta con una rampa en la entrada y un ascensor. Hay una silla de ruedas disponible en la taquilla.
La Catedral de Livorno, dedicada a San Francesco, presenta una fachada completamente reconstruida después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, con un pórtico con arcos de medio punto, que algunos atribuyen a Inigo Jones, el padre de la arquitectura renacentista inglesa.
Su interior es de forma de cruz latina, en el crucero se encuentran las dos capillas laterales: a la izquierda aquella del Santísimo Sacramento y, a la derecha, de la Concepción de María.
Los frescos de ambas capillas se han perdido durante la Segunda Guerra Mundial.
En el 2006, con motivo de los eventos relacionados con el bicentenario de la Diócesis de Livorno, se ha colocado en la Catedral el Cristo Coronado de Espinas, realizado por Beato Angelico.
A la Catedral se puede accederpor la puerta del lado izquierdo del edificio mediante por una rampa. La puerta suele estar cerrada y no es fácil de abrir debido a su peso y tamaño.