Cuna de la civilización más fascinante y misteriosa, Toscana posee un patrimonio etrusco de inestimable valor que no podía perderse ni mantenerse oculto o ser sólo prerrogativa de unos pocos iniciados en el sector de la arqueología. Una forma apasionante de descubrir, conocer y experimentar la población que dominaba Toscana y el centro de Italia antes de los romanos, es la que ofrecen los numerosos itinerarios y colecciones museísticas que se pueden admirar por toda Toscana. Alojados en su mayoría en excepcionales escenarios históricos, hete aquí los principales museos arqueológicos que conservan auténticos tesoros etruscos.
El Museo de la Academia Etrusca y de la Ciudad de Cortona, ubicado en el Palacio Casali del Siglo XIV, en el corazón de la hermosa ciudad de Cortona, custodia una de las más grandes colecciones arqueológicas, que incluye importantes hallazgos como la lámpara de techo etrusca. Se han encontrado testimonios desde el Siglo XIX en los alrededores, que actualmente se encuentran en un parque arqueológico que involucra unos veinte sitios entre tumbas y altares.
Rodeado de los bosques más bellos de Toscana, aquellos de Casentino, el Museo Arqueológico de Casentino Piero Albertoni se encuentra en el corazón de Bibbiena y alberga una colección de estatuillas votivas de bronce de origen etrusco encontradas en el Lago de los Ídolos en una ladera del Monte Falterona. Parte de los aproximadamente 14.000 objetos encontrados aquí representan los principales hallazgos arqueológicos de todo el valle de Casentino.
En el interior de Castiglion della Pescaia, en el centro histórico del pueblo de Vetulonia, siete salas accesibles a todos, con importantes ajuares funerarios y diversos hallazgos de las cercanas necrópolis etruscas, componen el Museo Cívico Arqueológico Isidoro Falchi. Entre los testimonios más importantes están las estatuas estela de piedra del guerrero Auvele Feluske, imagen que ha sido adoptada como logotipo del museo.
El Museo Cívico Arqueológico de las Aguas de Chianciano Terme, uno de los museos que custodia una de las colecciones más importantes de jarrones canopes etruscos, es también uno de los museos etruscos más sugestivos y completos. En una de las salas se puede admirar una reconstrucción a tamaño natural del frontón de un templo etrusco, adornado con estatuas y diversos hallazgos de la zona termal conocida como "I Fucoli".
Creado en 1871, poco después de la Unificación de Italia, el Museo Nacional Etrusco de Chiusi expone una importante colección de ajuares funerarios, en particular jarrones canopes, estatuas y vasos cinerarios, entre los que destacan la "Tapa del Abrazo" y la Esfinge, que se ha convertido en el símbolo del museo. Hallazgos encontrados en las tumbas esparcidas por el pueblo, la Tumba del León, la Tumba del Peregrino y la famosa Tumba del Mono, que conserva uno de los pocos ejemplos locales de pintura etrusca.
Entre el maravilloso Val di Chiana y el otro, fascinante, Val d'Orcia, el pueblo de Sarteano alberga el Museo Cívico Arqueológico homónimo en las salas del histórico Palacio Gabrielli. La exposición arqueológica incluye material hallado en las necrópolis de la zona, en particular aquellas de la necrópolis de Pianacce, a la que se ha dedicado una sala con una reconstrucción de la famosa pintura de la Cuadriga Infernal, que puede visitarse en el cercano parque de Pianacce, otro ejemplo muy singular de tumba pintada.
La pintoresca Populonia, único ejemplo de ciudad etrusca junto al mar, alberga entre sus antiguas murallas el Museo Etrusco de Populonia Colección Gasparri. Exposición de valiosos materiales arqueológicos procedentes de la colección privada de la familia Gasparri y hallados en las necrópolis del Golfo de Baratti y de los alrededores del pueblo de Populonia.
Inmerso en las pintorescas colinas de Artimino, en las laderas de Montalbano, el Museo Arqueológico Francesco Nicosia se encuentra en las antiguas tinaie (bodegas) del pequeño pero encantador centro de Artimino y ofrece un recorrido para descubrir la historia etrusca de la zona, conservando los restos encontrados en las necrópolis de Prato Rosello y Comeana.
En el corazón del pequeño pueblo de Murlo, el museo arqueológico homónimo, el Anticuario de Poggio Civitate, se encuentra en un marco histórico como el Palacio Episcopal. La amplia colección expuesta procede de los alrededores, de la necrópolis de Poggio Aguzzo y principalmente de Poggio Civitate, un importante asentamiento etrusco en forma de palacio principesco, establecido en los enlaces entre el interior y la costa.
El área del Álcazar de Castiglion Fiorentino, con la torre homónima que domina la plaza, ha sido escenario de excavaciones y grandes hallazgos que formaban parte de un santuario del asentamiento preexistente de Castiglion Fiorentino. Junto con los artefactos encontrados en el antiguo asentamiento etrusco de Brolio Melmone, el Museo Cívico Arqueológico de Castiglion Fiorentino exhibe una rica colección de testimonios etruscos.
Casi con vistas al mar, el Museo Arqueológico de Cecina presenta un itinerario donde se exhiben importantes hallazgos encontrados en el Bajo Valle de Cecina de la época etrusca y sucesivas. Empezando por el ajuar funerario de la tumba A de la necrópolis de Casa Nocera, situada en Casale Marittimo, hasta las armas, el mobiliario, las joyas y los ajuares de banquete de bronce y hierro. La exposición arqueológica continúa con valiosos materiales de origen etrusco y griego del llamado periodo de orientalización, procedentes del antiguo asentamiento aristocrático de Casalvecchio y de tumbas de los alrededores.
La perla de Val d'Elsa, famosa por su intacto ambiente medieval, San Gimignano tiene una historia mucho más remota. Un centro de exposiciones ubicado en el monasterio de Santa Chiara, además de la Especiería de Santa Fina y la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo "Raffaele De Grada", alberga el Museo Arqueológico, una colección de restos encontrados en la zona, principalmente en las localidades de Pugiano, Cellole y La Ripa.
El espléndido territorio de Trequanda es rico en testimonios históricos que se remontan también a la época etrusca; un legado arqueológico recogido por el economista Giancarlo Pallavicini y puesto al alcance de todos en el corazón histórico de Trequanda. Herramientas y objetos de bronce, cerámicas del periodo de Villanova y vasos con figuras negras son algunos de los valiosos hallazgos de la colección.