Visitar un pueblo en Toscana es como hacer un viaje a través del tiempo. Las antiguas murallas conservan siglos de historia y tradiciones que siguen transmitiéndose de generación en generación. Si deseas visitar Toscana más auténtica, aquella que se esconde entre los Apeninos y los Alpes Apuanos, y perderte entre callejones de piedra, tiendas de artesanía y restaurantes típicos, te sugerimos que elijas uno de los pueblos de Garfagnana y Media Valle del Serchio que forman parte de la lista los pueblos más hermosos de Italia elaborada por ANCI. A pocos kilómetros de distancia se pueden visitar en un día, pero dedicando al menos un día a cada uno de ellos se descubrirán los rincones más escondidos, los panoramas al atardecer, los platos típicos de las tabernas y la gran hospitalidad de sus habitantes.
La historia de Barga se remonta al año 180 a.C. con los romanos, pero este pueblo es particularmente conocido y está vinculado a un período posterior, el medieval, y al nombre de Matilde di Canossa. En el centro histórico dentro del recinto amurallado vivirás un verdadero viaje a la Edad Media, con sus calles empedradas, tiendas de productos típicos, plazas perfectamente mantenidas, el Teatro de los Diferentes (una joya de la arquitectura), las pequeñas tabernas y finalmente, en la parte más alta, la imponente Catedral San Cristoforo del siglo XI y terminada en el siglo XVI. Durante todo el año, pero especialmente en verano, se anima con festivales musicales, gastronómicos y culturales como el Festival de Jazz de Barga en agosto.
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Castiglione de Garfagnana
Paisaje de Castiglione de Garfagnana - Credit: Alice Marzocchini
Las primeras informaciones sobre Castiglione de Garfagnana se remontan a la época romana, parece ser que fue una fortaleza romana, antes de que fuera encastellado en la Edad Media, durante el cual fue objeto de competencias entre las diversas Repúblicas y Señorías. El recinto de murallas y torres que aún hoy compacta el pueblo, es el que construyeron los habitantes de Lucca en el 1371.
Se entra por la Puerta del puente levadizo y se llega a la imponente Plaza del Castillo. En el interior de los encantadores adoquinados, edificios antiguos, tabernas y tiendas históricas que ofrecen productos típicos de toda Garfagnana. El pueblo es muy conocido y visitado también gracias a las numerosas representaciones históricas, los festivales medievales con disfraces, la Procesión de Crocioni (grandes cruces) y los numerosos festivales de comida y vino que valorizan todos los sabores de hoy y de ayer.
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Coreglia Antelminelli
Paisaje de Coreglia Antelminelli - Credit: Ilaria Pellegrini
El vínculo del pequeño pueblo de Coreglia Antelminelli con la historia es principalmente aquel que tiene con el famoso líder Castruccio Castracani y con la familia Antelminelli (de ahí su nombre) que heredó del líder el poder sobre el pueblo y el territorio circundante. Desde la plaza situada delante de los muros la vista sobre todo el valle te dejará sin palabras.
Siguiendo las calles empedradas se llega hasta la Iglesia San Michele Arcangelo y al Museo de la Figuras Decorativas de Yeso y de la Emigración que expone más de 800 piezas de yeso, fruto de la profesión ejercida durante varios siglos por los habitantes locales, los figurinistas. Si vienes en agosto tendrás la suerte de vivir el festival más importante del año: una noche en el antiguo pueblo, un verdadero salto a la Edad Media.
