A lo largo de la historia, en los lugares más recónditos de la Isla de Elba, han surgido pequeñas comunidades de monjes o, en algunos casos, ermitaños individuales, conocidos como ermitas. A menudo se encuentran en lugares con encantadores paisajes, donde es fácil redescubrir la paz y la serenidad que estos hombres habían buscado y encontrado.
La ermita más antigua y famosa de la isla, donde el santo obispo de Populonia se retiró en 572 huyendo de los longobardos, se encuentra entre Marciana y Poggio; originalmente era sólo una gruta, transformada más tarde en una pequeña iglesia y en una ermita. Es muy difícil visitar la iglesia por dentro, ya que casi siempre está cerrada. La estructura es de una sola nave, con techo de vigas, suelo de terracota y sin friso ni fresco. La fachada tiene un portal cuadrado de granito local coronado por un frontón de arco quebrado; hay una pequeña espadaña.
Grassera era el nombre de un pueblo situado no lejos de Rio, en las laderas del Monte Serra. Del pueblo, destruido por las incursiones de los piratas berberiscos a mediados del Siglo XVI, no quedan estructuras visibles, salvo la Ermita de Santa Caterina. Alrededor, algunos fragmentos de cerámica esparcidos por los campos y recientes investigaciones de la Universidad de Siena dan testimonio de la vida del pueblo, donde una parte importante de las actividades era la siderurgia. El interior consta de una sola nave que culmina en un altar flanqueado por columnas de piedra oscura procedentes de las canteras locales. La iglesia está coronada por un campanario bajo.
Santuario de Nuestra Señora de las Gracias
El Santuario de Nuestra Señora de las Gracias de Capoliveri, construido en el Siglo XVI, según la leyenda estuvo habitado por antiguos ermitaños seguidores de Mamiliano, un santo que vivió como ermitaño en la Isla de Montecristo después del Siglo V. La iglesia consta de una sola nave en forma de cruz latina con dos capillas y un crucero, un campanario de estilo oriental y una sacristía que antaño albergaba dependencias para los ermitaños. Los interiores son de estilo barroco y presentan preciosos frescos del pintor de Elba, Eugenio Allori. El santuario custodia el cuadro de la Virgen del Silencio, una verdadera joya del arte del Siglo XVI, realizada por Marcello Venusti, discípulo de Michelangelo.
Santuario de Nuestra Señora del Monte
Santuario de Nuestra Señora del Monte
El santuario medieval de Nuestra Señora del Monte, cerca de Marciana, está escondido en un fresquísimo castañar. Fue construido con grandes bloques de granito entre los Siglos XIII y XIV y reconstruido en el Siglo XVI. Conserva una Virgen del Siglo XV pintada sobre granito, mientras que algunas figuras del ábside están relacionadas con Sodoma. El campanario almenado data del Siglo XX, de estilo ecléctico, y en el camino que conduce al Santuario se encuentra el Vía Crucis. Napoleón también se alojó brevemente en la ermita contigua, que acogió a San Pablo de la Cruz.
Santuario de Nuestra Señora de la Nieve
En Lacona está situado el Santuario de Nuestra Señora de la Nieve, construido en el Siglo XVI sobre una estructura románica precedente. El santuario consta de una sola nave con planta rectangular, un campanario y la sacristía, construida sobre los restos de la ermita.
Santuario de Nuestra Señora de Montserrat
Santuario de Nuestra Señora de Montserrat en Porto Azzurro - Credit:
Sailko
El Santuario de Nuestra Señora de Montserrat se encuentra en Porto Azzurro y fue construido en 1606 a instancias del gobernador de Longone, José Pons y Léon, para conmemorar el Santuario homónimo en Cataluña. En su interior hay una Virgen Negra, similar a la que se encuentra en España.
