Con la llegada del verano, Garfagnana y Valle Medio del Serchio, una isla verde entre los Alpes Apuanos y los Apeninos Toscano-Emilianos, acoge a pastores y excursionistas en sus pastos de montaña.
Dos veces al año es posible observar a los pastores practicando la antigua tradición de la trashumancia, cuando conducen sus rebaños a los pastos del valle en invierno y luego en verano, cuando los conducen de nuevo a buscar el frescor de las alturas. A lo largo de las mismas vías -que tienen varios niveles de dificultad- los senderistas pueden realizar largas excursiones disfrutando de la naturaleza a pie o en bicicleta de montaña.
Algunos senderos permiten descender suavemente hacia los valles para visitar los pequeños pueblos a lo largo del río Serchio que están protegidos por las montañas, como Villa Soraggio en el Municipio de Sillano. En cambio, otros caminos conducen a los pastos de montaña, o bien, los refugios de verano de los pastores, como Prade Garfagnine en Fosciandora, donde también se celebra una fiesta dedicada a ellos.
Caminando por estos senderos también nos acercamos a las tradiciones de Garfagnana vinculadas a la tierra, a los sabores auténticos y a los aromas envolventes. Estas montañas ofrecen productos genuinos y platos sustanciosos que forman parte de la dieta típica de la montaña, que se pueden descubrir en las trattorias y tabernas tradicionales, así como en los bares ofrecen bocadillos perfectos para los excursionistas.
Tampoco hay que perderse las lecherías, los molinos y las bodegas, donde se pueden descubrir los sabores más auténticos en sus lugares de producción. Los bosques de Garfagnana y Valle Medio del Serchio siempre han proporcionado grandes manjares como las setas, el condimento perfecto para la polenta hecha con Formenton, una variedad local de maíz; las bayas, transformadas en conservas para poder disfrutar del verano durante todo el año; el farro de Garfagnana IGP para hacer galletas, sopas y cerveza; los embutidos, como el Biroldo (un presidio de Slow Food) y el prosciutto bazzone (jamón); o bien, los quesos de los pastos alpinos, que se acompañan de la típica miel que aquí es un producto muy apreciado; por último, las castañas son también protagonistas de numerosas recetas, tanto dulces como saladas.
Las vías de la trashumancia permiten así conocer no sólo las montañas, los caminos y la naturaleza de Garfagnana, sino también sus animales, sus aromas y todos los sabores típicos.
Para saber más:
Sitio Turístico Garfagnana y Valle Medio del Serchio