Se acerca la Navidad y, a medida que se aproxima el período más mágico del año, aumentan las ganas de llenar nuestras casas de adornos, luces y aromas. Para evocar la atmósfera navideña, nada mejor que llevar a la mesa los dulces típicos de Toscana.
El Panforte o Panpepato es un dulce típico de Navidad que tiene orígenes muy antiguos: los primeros registros escritos se remontan al año mil, cuando se llamaba Pane Natalizio o Pane Aromatico (Pan de Navidad o Pan Aromático) y lo preparaban los boticarios sólo para la nobleza y el clero, porque contenía ingredientes valiosos como cáscaras de naranja, cidra, melón, almendras y especias.
El Panforte se mantuvo sin cambios hasta el 1879, año en el que la Reina Margarita visitó la ciudad de Siena: para la ocasión se cocinó sin las cortezas de melón y con una cobertura con azúcar vainillado en lugar de pimienta negra. Los sieneses se lo ofrecieron a la reina como "Panforte Margherita", nombre con el que todavía se conoce este panforte , más delicado, y que aún sigue siendo famoso y muy vendido.
Dulces y esponjosos. Siempre de Siena son los Ricciarelli, preparados con almendras, azúcar y claras de huevo. Según la leyenda, fueron traídos a Toscana por Ricciardetto Della Gherardesca a su regreso de las Cruzadas, a su castillo cerca de Volterra.
Por lo tanto, es justamente de su nombre que deriva aquel de los ricciarelli, aunque opiniones contrarias retienen que provenga de los zapatos con la tela rizada de los sultanes. Hoy en día, los antiguos "marzapanetti alla senese" o "morzelletti" (actuales ricciarelli), también son populares en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos y el Reino Unido.
Quedémonos en Siena con los Cavallucci, antiguas galletas ya difundidas en tiempos de Lorenzo el Magnífico. Se llaman así porque se ofrecían principalmente en las posadas del campo y las comían los conductores de caballos.
Elaborado con una masa especiada y enriquecida con nueces, su receta no utiliza huevos. Son perfectos para acompañar vinos dulces, pero también se disfrutan en su sencillez.
Copate Senesi es uno de los dulces navideños menos conocidos, y sin embargo es delicioso. También conocido como cupata (del árabe "qubbiat", almendra), es una tarta toscana redonda muy antigua y pequeña, especialidad de la zona de Siena. Se dice que sólo se preparaba en las mejores pastelerías y se servía a nobles y papas.
Claro o oscuro (con chocolate añadido), está hecho con una base crujiente de miel, nueces y anís y encerrado entre dos delicadas obleas.
Por su parte, los Befanini son característicos de la zona de Lucca : estas galletas de vivos colores se encuentran en las mesas de todo el territorio, desde Garfagnana hasta Versilia, en la época navideña y sobre todo en torno a la Epifanía.
Una receta pobre pero muy sabrosa, sencilla de preparar, es ideal para pasar un rato en la cocina todos juntos, incluidos los niños, que pueden divertirse recortando la masa y creando Befanini con sus propias manos.